LOS EMBALSES PREVISTOS EN LOS PLANES HIDROLOGICOS DESTRUIRAN 38.622 HECTAREAS DE BOSQUE, SEGUN LA CODA
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La construcción de los 272 embalses previstos en los proyectos de directrices de los planes hidrológicos de cuenca elaborados por las diferentes confederaciones hidrográficas supondrán, como mínimo, la destrucción de 38.622 hectáreas de bosque.
Eta es una de las conclusiones contempladas en un informe realizado por la Coordinadora de Organizaciones de Defensa Ambiental (Coda).
Los planes hidrológicos de cuenca reflejan y contienen la política hidráulica que el Gobierno aplicará hasta el año 2012 y permitirán elaborar el Plan Hidrológico Nacional.
Según las previsiones de la Administración central, la demanda de agua aumentará un 52,8 por ciento hasta el 2008, situándose en 46.121 hectómetros cúbicos al año.
De esos 46.121 hectómetro cúbicos, 36.671 se destinarán a la agricultura, 6.448 al consumo urbano y los 3.002 restantes se emplearán en las empresas.
Sin embargo, grupos conservacionistas de todo el Estado han criticado la política hidráulica que desarrolla el Ejecutivo, por considerar que carece de previsión y fomenta el derroche.
Los ecologistas insisten en denunciar el error de intentar abastecer nuevos regadíos, ya que la mayor parte de ellos resultarán irrentables ante el enorme volumen de excedentes de productos agícolas existentes en la CE.
Las casi 40.000 hectáreas de bosque que la Coda cree que desaparecerán con la construcción de nuevos embalses se refieren solamente a la superficie que quedará anegada, por lo que no tiene en cuenta los efectos que provoca sobre el ecosistema la extracción de áridos, la deposición de sobrantes y otras actividades que acompañan a este tipo de obras.
NUEVOS REGADIOS
Asimismo, la Coda asegura que también se destruirán importantes extensiones de dehesa y bosque como conscuencia del establecimiento de nuevos regadíos.
Los estudios de la Coda sostienen que si a la superficie bosquosa se añaden las áreas de matorral afectadas, la superficie total destruida alcanzaría las 60.000 hectáreas.
El informe indica que el tipo de bosque más afectado será el de ribera, si bien también quedarán anegadas amplias extensiones de encinares, alcornocales, enebrales, sabinares, quejigares, robledales y pinares.
Además, en estas áreas habitan algunas especies en peligro de extición, como el lince, la nutria, el águila imperial, el buitre negro o la cigüeña negra.
Entre los embalses que más daño causarán al medio ambiente, los conservacionistas señalan el de Andévalo (Huelva), que cubrirá de agua 6.000 hectáreas y provocará la desaparición de un importante encinar, y, en general, a la mayoría de los comprendidos en los planes hidrológicos de las cuencas del Guadiana, Tajo y Duero.
(SERVIMEDIA)
02 Jul 1992
GJA