En una entrevista concedida a Servimedia, Martínez de Villarreal Baena, dijo que España es el primer o el segundo país inversor desde hace 15 años, sólo superado a veces por Estados Unidos, lo cual se debe, según el embajador, a que en Chile hay reglas de juego claras, seguridad jurídica, estabilidad económica y una institucionalidad política perfectamente homologable a los países europeos.

Esto conlleva, apuntó, a que "Chile sea un destino interesante, dentro de sus capacidades como país mediano, y a ser un espectro interesantísimo para las Pymes -pequeñas y medianas empresas-, puesto que Chile es un mercado que sigue ofreciendo oportunidades de negocio", agregó.

José Antonio Martínez es conocedor de la realidad chilena ya que lleva tres años como embajador en Chile, y antes estuvo como ministro consejero desde 1988 a 2002, y como subdirector de América del Sur en el Ministerio de Asuntos Exteriores entre 1997 y 2002. A su juicio, las grandes empresas españolas afincadas en la economía chilena como Telefónica, Endesa, o las constructoras, tienen un "mercado desde ya muchos años preeminente en su esquema de inversión".

Por ello, añadió, "no es casualidad, el que no se hable de Chile en el ámbito político-empresarial en España eso es, añadió, "porque las cosas van bien. Normalmente se habla de conflictos, de los problemas, de los desencuentros".

La inversión española conlleva "beneficios legítimos" para las empresas pero también ha aportado "modernidad y mucha profesionalidad en un país donde ha sido fácil reclutar personal".

El representante español sostiene la tesis de que son "empresas chilenas pero de origen español", debido a que el capital es de España pero el trabajo es por y para los chilenos.

Por último, el embajador añadió que Chile aún tiene "margen para crecer y madurar" y que este país es importante para España "no sólo cuantitativo sino también de la calidad de la relación" puesto que, a su juicio, "hoy Chile en el contexto iberoaméricano junto con Mexico, Brasil y Argentina es socio privilegiado que tiene España. La diferencia es que estos, salvo Chile, son infinitamente más extensos", matizó.