El capitán del buque, un oficial y un marinero perecieron al inhalar dióxido de carbono al abrir una de las bodegas donde se encontraba la mercancía.

Según Jordi Martí, jefe de servicios de Oleaginosas Españolas, la empresa consignataria que había comprado parte de la mercancía, el accidente se produjo a las ocho y media de la mañana, cuando el capitán bajó a una de las bodegas a recoger una muestras antes de descargar la soja.

El capitán cayó inconscient al suelo con evidentes síntomas de asfixia, momento en el que las otras dos víctimas acudieron en su ayuda y tragaron también los gases.

Las hipótesis sobre la muerte de los tripulantes se han disparado. Mientras que el Departamento de Sanidad del Ayuntamiento de Barcelona considera que todo fue un mero accidente, tanto la dirección del puerto de la Ciudad Condal como la empresa consignataria consideran que la tragedia tuvo su origen en la imprudencia del capitán, que debería haber comprobado antes e nivel de oxígeno de la bodega o en su caso haber utilizado una máscara protectora.

"Debía tener poca experiencia o pensar que al estar la carga cerca de la superficie era suficiente para poder entrar sin necesidad de equipo autónomo", comentó el director del puerto de Barcelona, Luis Monter, que indicó que este tipo de imprudencias no es propio de tripulantes que transportan mercancías similares.

Tanto la dirección del puerto como el Gobierno Civil de Barcelona insitieron en que no hubo ningún ecape de gases a la superficie y que no existe por tanto peligro de contaminación atmosférica.

Los cadáveres de los tres tripulantes del "Jalavijaya" fueron trasladados al Instituto Anatómico Forense de la Ciudad Condal donde se les practicará la autopsia.

El buque, procedente de Bombay (India), había atracado el día anterior en el contradique número 3 del puerto barcelonés con 40 tripulantes a bordo y tenía previsto zarpar esta misma tarde hasta Italia, donde debía descargar el resto de la mercanía.

Esta no es la primera vez que se produce en el puerto de Barcelona un accidente similar. El 27 de junio de 1988, cuatro marineros filipinos murieron al inhalar gases similares a bordo del buque chipriota "Sea Boni".

En aquella ocasión, la contaminación se produjo por la fermentación del cargamento de aba de soja, que entró en contacto con el agua y sus efectos escaparon a la superficie provocando un brote epidémico de asma que afectó a 175 personas de las de 4 murieron.