ELIAS YANES: "LAS PERSONAS QUE EXPERIMENTAN TENDENCIAS HACIA LA HOMOSEXUALIDAD ESTAN TAMBIEN LLAMADAS A LA LUCHA MORAL"

ZARAGOZA
SERVIMEDIA

La hoja diocesana de Zaragoza pública en su próximo número una carta de su arzobispo y presidente de la Conferencia Episcopal Española, monseñor Elías Yanes, en la que se interroga sobre el reconocimiento legal de las uniones homosexuales.

Monseñor Elías Yanes afirma que "el hecho de que una persona experiente, en un grado mayor o menor, una inclinación hacia la homosexualidad, no significa que la persona deje de ser libre y responsable de sus actos, del mismo modo que es responsable de sus actos la persona de inclinación heterosexual. El ser humano es capaz de establecer una distancia de libertad entre el estímulo y la respuesta en su conducta. La persona humana es capaz de ser fiel a los valores morales, rechazando la inclinación contra esos valores".

El presidente de la Conferencia Episcopal explicaque "para que haya pecado grave se requiere el pleno consentimiento libre de la voluntad, en un acto que la conciencia percibe como moralmente grave".

"La inclinación homosexual", continúa monseñor Yanes, "no es pecado; el pecado está en consentir voluntariamente en los actos a que induce aquella inclinación. Puede haber situaciones en las que una persona quede muy limitada en el ejercicio de la libertad, por enfermedad o por otras causas. Pero el sólo hecho de experimentar atracción hacia una determiada conducta no anula la libertad".

El arzobispo de Zaragoza aclara que "la dignidad de la persona exige que ésta actúe no a merced de sus tendencias o inclinaciones de placer, de odio, sino de conformidad con la recta razón, es decir, de acuerdo con la recta conciencia moral".

Monseñor Elías Yanes señala que "las personas homosexuales, como las heterosexuales, están llamadas a la castidad. La palabra castidad escandaliza o hace sonreir a muchos de nuestros contemporáneos. Se trata de una virtud umanizadora que inclina a regular la vida sexual".

Por último, el arzobispo de Zaragoza afirma que "las personas que experimentan tendencias hacia la homosexualidad están también llamadas a la lucha moral. Han de acudir a la oración, al sacramento de la penitencia y de la eucaristía, con la confianza de que Jesucristo resucitado les confortará con el don del Espíritu Santo".

(SERVIMEDIA)
29 Jun 1994
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