Redondo Terreros se preguntó si la sociedad está dispuesta a cerrar los ojos ane esta situación y resignarse a que en el País Vasco funcione algo parecido a la mafia siciliana y los ciudadanos se vean obligados a pagar el impuesto revolucionario si no quieren que les maten.

"En el País Vasco tenemos un fascismo rampante, que es el que representa ETA, y tenemos una mayoría inmensa que quiere trabajar, solucionar sus problemas y vivir en paz y libertad", agregó.

El dirigente socialista vasco hizo estas declaraciones en el transcurso de un debate sobre el futuro de Euskadi conestudiantes de la Universidad Europea de Madrid, organizado por Radio Voz, en el que fue preguntado por las amenazas recibidas por el futbolista vasco-francés Lizarazu.

Sin embargo, Redondo afirmó que en el País Vasco se está produciendo una rebelión "democrática" y se mostró convencido de que no hay riesgo de un enfrentamiento violento. Para apoyar esta afirmación puso como ejemplo lo ocurrido tras el asesinato de Miguel Angel Blanco, cuando los ciudadanos vascos se enfrentaron a Herri Batasuna sin legar a las manos.

Por otro lado, acusó al presidente del PNV, Xabier Arzalluz, de "estar encargándose de destrozar una obra de la que fue co-autor", como es la Constitución, y de haber entrado "en un círculo vital muy extraño", ya que durante la transición apoyó el proyecto constitucional y ahora rechaza la Carta Magna.

En referencia a la posibilidad de votar con el carné de identidad vasco, acusó al líder de Euskal Herritarrok, Arnaldo Otegui, de haber iniciado un movimiento en favor de esta caua, aunque añadió que "las verdaderas amenazas son las de ETA y no las de Otegui, que es un personaje patético".