En su primer acto de campaña, celebrado en Ermua (Vizcaya) y para el que eligió como eslogan "En contra del fascismo y por la libertad", Nicolás Redondo respondió con dureza a su oponente del PNV, quien anoche le preguntó adónde quiere llevar el socialismo entregádose en brazos del PP.

Negó toda legitimidad a Ibarretxe para hablar de la estrategia o de los militantes del PSOE, por haber sido "el presidente del gobierno del bienio negro" que ha vivido Euskadi desde las últimas elecciones autonómicas de 1998.

Tras calificarle de "hombre dócil" y sin energía, que ha claudicado ante su partido, Redondo sólo encontró parangón en la historia, para la actuación de Ibarretxe, evocando la figura del mariscal Petain, ya que, al igual que éste sometió a Francia a lo dictados de Hitler, el candidato del PNV "entregó a ETA el Estatuto de Autonomía".

A renglón seguido, se pregunto retóricamente si en algún momento de su mandato Ibarretxe había tenido "gallardía" a la hora de defender la libertad, a los que no pensaban como él, o en los momentos difíciles posteriores al asesinato del dirigente socialista Fernando Buesa.

"El señor Ibarretxe no tiene catadura moral ni política para referirse a nadie del PSOE y, además, ha tenido que convocar elecciones dos años dspués de ser investido lehendakari con el voto de Josu Ternera", indicó.

Redondo reservó sus ataques en exclusiva para el PNV. Consideró que la actitud de los nacionalistas vascos desde la Transición fue una muestra de "egoismo y mezquindad", porque fueron los únicos que no renunciaron a nada en aras de la paz y la convivencia que se comenzó a construir a partir de la Constitución y el Estatuto de Guernica.

En este sentido, explicó que, cuando se produjo el asesinato del concejal del PP Miguel Anel Blanco en Ermua, el PNV vio en el movimiento social que se generó en ese momento "un Muro de Berlín que creyeron que les iba a caer encima y les iba a derrotar. No tuvieron grandeza entonces y no la han tenido nunca desde 1977".

Insistió en que las elecciones que se celebrarán el 13 de mayo son fundamentales porque el País Vasco se juega su libertad y dijo a los militantes del PSOE congregados en el polideportivo "Miguel Angel Blanco" que su partido "sólo ha sido grande cuando ha mirado por encima e sus siglas y ahora nos jugamos la libertad y en defenderla no tiene por qué haber diferencias entre izquierda y derecha"

Esta fue la única ocasión en la que el candidato socialista se refirió, y de pasada, a la candidatura del Partido Popular, que ha estado desterrada del mensaje político del PP durante la primera jornada de campaña electoral.

Durante el acto celebrado esta noche en Ermua se proyectaron varios videos, en los que se hacían paralelismos entre los líderes "fascistas" mundiales de ste siglo, como Hitler, Stalin, Milosevic o Jomeini, y el nacionalismo radical que defiende ETA y Euskal Herritarrok.

En uno de los videos se ridiculizaba el cartel electoral de EH, en el que aparece una mujer embarazada desnuda con el lema "Una nación nueva está a punto de nacer" y en cuya imagen aparecía sobreimpresionada el título de la película de terror "La semilla del diablo".

CAMBIO DE REGIMEN

En el acto de esta noche participó también la eurodiputada Rosa Díez, que vaticinó "un cambio d régimen" en el País Vasco similar al que se vivió en 1982 en toda España con la llegada de los socialistas al Gobierno.

Dijo a los presentes que el 13 de mayo se decide "entre impunidad y justicia", porque, si después de ese día "vuelve a gobernar el partido del señor Arzalluz, significará que el PNV no ha pagado la traición que hizo a la democracia al pactar con ETA la cesión de nuestra libertad, no de la suya".

Díez reprochó a Arzalluz "el desprecio" que ha venido demostrando por el sufrimient de las víctimas del terrorismo, e insistió en que una nueva victoria de los nacionalistas significaría que tal actitud "es gratis" para ellos.

"Si después del 13 de mayo, Arzalluz dijera 'voy a pedir perdón', nosotros políticamente le perdonaríamos, pero le mandaríamos a la oposición, que es donde tiene que estar un partido que ha traiciionado la democracia. Si no van a la oposición y no empiezan a pagar democráticamente lo que han hecho, dentro de cuatro años lo volverán a repetir hoy", señaló.

La dirigente socialista se declaró favorable a la "reinserción" de los dirigentes del PNV, pero insistió en que ésta sólo se puede realizar bajo dos condiciones: "el arrepentimiento y el cumplimiento de la pena". Por lo tanto, estimó imprescindible que el PNV pase a la oposición.