Mayor Oreja dijo a Radio Nacional que el "aberri eguna" es "más de lo mismo y supone la confirmación de que ya no se ofrece nada nuevo a la sociedad vasca porque "no sale nada nuevo del nacionalismo vasco".

En su opinión, el "aberri eguna" de ayer sonó más a "desesperanza" y a "la proximidad de la derrota desde una cierta esquizofrenia política y desde la sensación de que todavía había que acrecentar un poco más el miedo hacia el Partido Popular y hacia el Gobierno".

Sobre las declaraciones de Xabier Arzalluz, indicó que el presidente del PNV comenzó la campaña electora asegurando que el ex ministro del Interior era "el candidato del miedo" y "yo tengo la sensación de que él (Arzalluz), al final, como lo único que sabe hacer en la política es dar miedo a los suyos y a los que no piensan como él, sólo ha esgrimido el miedo al pasado, el miedo al franquismo".

"Es patético en ocasiones", añadió, "escuchar hasta qué punto se puede estar en la política sólo para dar miedo, no para ofrecer esperanza ni soluciones, sino simplemente para dar miedo. Hay que reconocerle (a Aralluz) que en ese terreno, por la forma en que dice las cosas, la forma en que lo expresa, es un especialista en el miedo y parece que ayer volvió a realizar una intervención exactamente en ese mismo terreno".

Tras el "aberri eguna" de ayer, Mayor Oreja opina que los partidos que defienden el Estatuto de Autonomía y la Constitución "tenemos que darnos cuenta de que nuestra responsabilidad se acrecienta, aumenta, porque del nacionalismo vasco en estos momentos no cabe esperar una fórmula de gobierno raonable, sensata y prudente para el futuro del País Vasco".

"Por eso -subrayó- es el momento de que esta alternativa sobre la Constitución, sobre el Estatuto, sea capaz de dirigir, liderar el País Vasco de otra forma y de otra manera. Nuestra responsabilidad ayer se ha multiplicado por cien, porque creo que el nacionalismo vasco ha vuelto a demostrar que después de Estella no sabe recuperar una senda, no sabe rectificar. Al mismo tiempo, tiene miedo a que todos los puentes se rompan".

Sobre las crticas de ETA a la iglesia vasca, el candidato del PP señaló que "es un síntoma también de lo que es la degeneración de una organización terrorista". "ETA quiere pensar que la Iglesia ya es parte de la paz y de la libertad, como si no fuese esa su vocación o fuese su obligación y su propia historia y, sobre todo, su futuro", apostilló.