"Intuyo", declaró a Telecinco Juaristi, "que una mayoía nacionalista se traduciría en una huida hacia delante del nacionalismo radical, que situaría a la sociedad vasca en su conjunto en un estado de excepción abertzale. Convocarían, como han dicho, un referéndum de autodeterminación, y una escalada de proclamaciones de un estado vasco independiente".

Por el contrario, opinó que, "si llegan los partidos constitucionalistas al gobierno vasco, habrá una mayor libertad de los ciudadanos para optar por la lengua en la que quieren hablar. Si eso se traduce e un retroceso del euskera, que no lo creo, será porque su avance ha sido producto de una serie de imposiciones".

Juaristi acusó a los nacionalistas vascos de manipular sentimientos como la vinculación afectiva por la tierra y las tradiciones.

Por otra parte, Juaristi defendió la polémica afirmación del Rey de que el castellano nunca fue un idioma de imposición. "Esa afirmación es exacta, verdadera e irreprochable. Si hubiera sido de imposición, no sobreviviría ni el catalán, ni el vasco, ni el galego, Vaya imposición la que ha permitido que la nación española sea la única de Europa donde coexisten lenguas diferentes con rango oficial", comentó.