Guerra despejó así cualquier duda que pudiera haber surgido sobre su supuesto apoyo a un gobierno de concentración naciomal vasco en el que participaran PNV y PP junto con el PSOE.

"Si yo fuea un dirigente del PNV inteligente, algo un poco difícil, o si fuera un dirigente del PP inteligente, que vete a saber si los hay, la noche del 13 de mayo me iba corriendo a la sede del PSOE a ofrecer la presidencia a Nicolás Redondo por intereses de país", dijo Guerra.

En la actual tesitura, opinó, el PNV, además de perder el poder, "tiene miedo a perder la caja fuerte", mientras que el PP "lo que quiere es quedarse con esa red económica que ha creado el PNV y que ellos ya tienen en toda España, meno en Cataluña y el País Vasco". Frente a ellos, los socialistas "no somos gente de caja fuerte", ironizó el dirigente socialista, sino que "somos más bien de cajita".

Guerra expuso estas reflexiones en el curso de un homenaje a Pablo Iglesias, fundador del PSOE y de UGT, en cuyo recuerdo la Casa del Pueblo de Baracaldo (Vizcaya) ha organizado una exposición que fue visitada por la cúpula de los socialistas vascos.

A juicio de Alfonso Guerra, el PSOE es el único partido que concurre a las eleccione del 13 de mayo capaz de aportar "un elemento de racionalidad no mezclado con intereses de poder".

Dedicó una buena parte de su discurso a exponer las diferencias que existen entre el nacionalismo vasco y el PP respecto del PSOE. Según dijo, "nacionalismo y democracia son conceptos que tienen dificultades para ser compatibles".

En una intervención llena de ironía, Guerra insistió en que no piensa ofrecer su vida, como Voltaire, porque los nacionalistas defiendan sus ideas. "Yo sólo ofrezco la mitd de mi vida, y la otra me la reservo para trabajar por que nunca puedan llevarlas a efecto (las ideas nacionalistas)".

Reprochó al presidente peneuvista, Xabier Arzalluz. que haya advertido a los socialistas de que el PP irá a por ellos después de acabar con el PNV. "El señor Arzalluz está muy retrasado; ya vinieron a por nosotros y, ¿saben quién les ayudaba? Pues el señor Arzalluz, que, como un hombre listo que es, no sé cómo no se dio cuenta de que, después de ir a por nosotros, irían a por ellos". Respecto a las distancias que separan al PSOE del PP, se refirió al secretario general de los populares, Javier Arenas, para espetarle que no por haber firmado el Pacto Antiterrorista tienen derecho a imponer al PSOE la política de la alianza de los socialistas.

También en la linea de marcar las diferencias con el PP, arremetió contra el ministro de Economía, Rodrigo Rato, que acusó al PSOE de cometer una gran traición contra UGT presionando al sindicato para que no firmara el pacto de pensiones. "Es un facineroso repugnante que ha recibido educación y riqueza desde que era niño, mientras la gente de UGT recibía persecución de su familia, que se hizo rica a la sombra del franquismo", aseguró Guerra.

Por todo ello, Guerra concluyó que los socialistas "tenemos muy poco que ver con el PNV y el PP", aunque hayan sido "compañeros de fatigas" de ellos en distintas coyunturas históricas.

A su juicio, lo que necesita el País Vasco es un gobierno capaz de poner por delante de cualquier otro agumento el interés de una sociedad que vive sin libertad, para lo cual es necesario el liderazgo del PSOE.