Con los resultados obtenidos ayer, la formación del próximo ejecutivo se convierte en un auténtico "rompecabezas", dado que la anterior coalición PNV-PSOE no tiene ahora los escaños suficientes para gobernar en solitario, necesitando de un tercer socio para formar ejecutivo.

Una primera combinación apunta aun gobierno tricolor formado por el PNV, PSOE y EA, que sumarían 42 escaños, obteniendo así una mayoría que le permitiría gobernar con estabilidad.

Sin embargo, la posibilidad de que el PSE-EE pudiera rechazar formar parte del Ejecutivo vasco daría entrada en el Gobierno regional al PP, que podría constituir una coalición con el PNV y EA. No obstante, esta combinación parece en principio descartable por la falta de sintonía entre el PP y los nacionalistas vascos.

Tampoco inicialmente parece que e PNV estaría dispuesto formar gobierno con Unidad Alavesa o Izquierda Unida ni con toda seguridad con Herri Batasuna, formación que no va a ser ni siquiera llamada a la ronda de conversaciones que iniciará en breve el 'lehendakari' en funciones, José Antonio Ardanza.

En este sentido, el presidente del PNV, Xabier Arzalluz, expresó su confianza en que se consiga la estabilidad de Gobierno en la comunidad vasca y dijo que no cree que sea difícil "y desde luego más fácil que en Madrid".

El líder de usko Alkartasuna, Carlos Garaicoechea, advirtió que, en su opinión, en la actual coyuntura política del País Vasco, "hacer un gobierno minoritario, a mí me parece muy arriesgado, porque se puede encontrar con que no pasa el primer desafío de aprobar unos presupuestos".

Aclaró, no obstante, que ellos "no van a perder la cabeza por entrar en el gobierno" y que ponen como condición la "necesaria austeridad y transparencia en la Administración" y poner coto al abuso de medios públicos de comunicación.

Por su parte, el presidente del PP en el País Vasco, Jaime Mayor Oreja, también se refirió a la gobernabilidad de la comunidad autónoma diciendo que "nosotros estamos dispuestos siempre a favorecer lo que puede significar en estos momentos un profundo cambio (...) pero es evidente que eso no depende del PP; eso depende del 'lehendakari' Ardanza, del PNV".

Juan María Bandrés, que se dió de baja del PSE-EE a raiz de la pasada campaña electoral, durante la que se consideró manipulado, pronosticó como "cmplicado y difícil formar Gobierno", para el que habrá que realizar un pacto tripartito, que para él debería estar integrado por IU, PNV y PSE.

Los dirigentes de Herri Batasuna Jon Idígoras y Floren Aoiz señalaron en rueda de prensa que estas elecciones suponen una "recuperación" para HB y adelantaron que no participarán en el "baile de máscaras" de las negociaciones para la formación del nuevo ejecutivo, algo de lo que ya le habían excluido de antemano las demás fuerzas políticas.

DISCREPANCIAS ENTE LOS SOCIALISTAS

En el ámbito del PSOE se dieron diversas valoracione sde los resultados electorales. Así, mientras que para el vicepresidente del Gobierno, Narcís Serra, los resultados, aunque no fueron buenos, confirman la recuperación del voto socialista y la inversión de su tendencia a la baja respecto a las últimas elecciones europeas, el presidente de Castilla-La Mancha, José Bono, los calificó hoy de "francamente malos" y dijo que los esperaba mejores.

En términos parecidos se manifestó e líder del PSOE de Galicia, Francisco Vázquez, quien no dudó en reclamar una reflexión sobre los recientes fracasos electorales del partido. "Los socialistas están perdiendo las elecciones, lo cual es preocupante. Las están perdiendo claramente. Yo creo que tenemos que hacer una reflexión interna", recalcó.

Ramón Jaúregui indicó, por su parte, que el resultado obtenido por su formación es "peor del que merecíamos y del que esperábamos", a pesar de lo cual rechazó hablar de fracaso de los socialistas. No obstante, se lamentó de que los electores no hayan valorado el "enorme" trabajo que están realizando los socialistas en Euskadi y afirmó que en el País Vasco se está produciendo un importante avance hacia una sociedad "postnacionalista".

Jaúregui recibió hoy el respaldo del presidente del Gobierno, Felipe González, quien restó importancia al descenso "relativamente esperado" de los socialistas vascos, de los que dijo que forman un equipo humano valioso, "un proyecto en el que se seguirá trabajado con ahínco para que se abra paso en la sociedad vasca".

ETAPA BENEFICIOSA

También el portavoz del PSOE en el Congreso, Joaquín Almunia, reconoció el descenso electoral de su partido, que lo achacó a un mayor desgaste que el PNV en la acción de gobierno, pero destacó que ese Ejecutivo de coalición será recordado como una etapa beneficiosa para la pacificación del país y el aislamiento de los violentos, al tiempo que elogió la labor de Jaúregui al frente del partido.

Por su parte, el president del PP en el País Vasco, Jaime Mayor Oreja, calificó hoy de "fracaso de primera magnitud" los resultados de los socialistas y vaticinó que las elecciones de ayer son un presagio de que en el conjunto de España el PP va a ganar al PSOE en los próximos comicios municipales.

Arzalluz valoró positivamente los resultados obtenidos por el PNV que, a su juicio, sigue siendo el "eje de la gobernabilidad" y acusó al PP y a IU de buscar sólo la derrota del PSOE y no importarles los problemas del País Vasco. Esas acusaciones fueron rechazadas por el PP, que las consideró un insulto.

Finalmente, el diputado de IU Diego López Garrido valoró con optimismo los resultados de su federación en los comicios, en los que por primera vez logra representación parlamentaria, y dijo que las elecciones de ayer "significan un paso adelante para la integración de Euskadi en el estado de las autonomías y en el desarrollo del conjunto del Estado español".

A su juicio, las elecciones han supuesto una censura a la coalició PNV-PSE y destacó el descenso del apoyo social al nacionalismo y el crecimiento de los partidos de ámbito estatal, a excepción del PSE-EE.