El censo arroja un saldo actual de 162 potenciales votantes, pero un buen número de vecinos ha abandoado ya este pueblo, atendiendo a las instrucciones dadas por la Confederación Hidrográfica del Ebro que ha ordenado ya el desalojo de los vecinos del pueblo, aunque todavía no han comenzado las obras de la presa. Sin embargo, aún quedan en él 8 familias, entre otras la del alcalde.

Sodevila ha expresado que una de sus mayores preocupaciones es el traslado del cementerio, cuyas obras ni siquiera han dado comienzo aún.

El alcalde, que no mostró entusiasmo alguno por estas elecciones, ha venido ganado las elecciones en Tiurana desde 1983. Sin embargo, sabe que no agotará esta legislatura porque quien salga elegido hoy como alcalde deberá cesar una vez que desaparezca el municipio.

Para cuando llegue ese momento, Josep Soldevila viene negociando con el ayuntamiento de Basella la anexión de Tiurana, aunque ello les obligaría a abandonar la comarca de La Noguerra, a la que ahora pertenece esta localidad.