Muchos jóvenes -también personas mayores- aguardan con nervios pero en un ambiente festivo los primeros resultados sin casi apartar la vista de la fachada de la sede poular.

Pipas y transistores sirven de entretenimiento a los fieles del PP mientras esperan conocer si su partido obtiene la victoria, que ninguno de los concentrados duda será abrumadora. Tampoco falta quien hace frente a la larga noche electoral bocadillo en mano.

Alrededor de las radios que algunas personas portan se van formando corrillos en los que funciona el boca a boca para transmitir a los demás los primeros datos.