En una rueda de prensa en la sede de IU, Llamazares resaltó que no quiere eludir responsabilidades, "ante todo, soy un militante demócrata", y la mejor forma de "salir adelante" del mal resultado electoral, con la pérdida de cuatro escaños, es abrir un periodo de reflexión.

"Yo no renuncio", aclaró Llamazares, quien explicó que ahora comienza una "etapa difícil" y deja que la dirección de la coalición se implique al máximo en su futuro, convencido, por otra parte, de que losnuevos tiempos "serán buenos tiempos para nosotros y para la izquierda".

Aseguró que el futuro de IU no está en cuestión, porque "está siendo la savia de la izquierda, la savia democrática" que ha permitido "acabar con un peligro serio para la democracia", aunque después el PSOE haya sabido "patrimonializaro, o representar, mejor dicho", ese impulso de regeneración.

Ante este resultado, que achacó en parte a la concentración de voto en el PSOE y, también, a un sistema electoral injusto que permit a formaciones nacionalistas obtener más escaños con menos votos, apuntó que es necesario "cambiar, porque no hay contradicción entre una fuerza de izquierdas y el cambio".

Este cambio se debe dar en la organización, y si es necesario "personalmente", para que IU sea "más fuerte, más cercana a los jóvenes y los ciudadanos, y más útil".

Por ello, anunció que pedirá la confianza de la Comisión Permanente, que se reúne mañana, y de la Presidencia Federal, prevista para el próximo lunes, y en última nstancia del Consejo Político, que el sábado 27 de marzo le confirmará en su cargo si le apoya la mayoría simple.