El líder socialista, que cerró el mitin central de la campaña de Eduardo Martín Toval a la Alcaldía de Málaga, se mostró convencido de que "los de derechas" acudirán todos a votar, "porque no están defendiendo unos ideales, sino sus propios intereses".

El acto de los socialistas no consiguió llenar la plaza de toros de La Malagueta, a pesar de contar con la intervención, además de Gurra, del presidente de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves; el secretario provincial del PSOE, Carlos Sanjuán; el alcalde saliente, Pedro Aparicio, y el candidato Eduardo Martín Toval.

Alfonso Guerra no abandonó prácticamente en ningún momento el tono jocoso al hablar sobre José María Aznar, a quien acusó de mentir a los ciudadanos sobre su pasado.

CONTRA LA CONSTITUCION

Según dijo, no es cierto lo asegurado recientemente por el presidente popular al indicar que comenzó su carrera política proagonizando un acto constitucional, ya que con anterioridad Aznar redactó artículos en contra de la Constitución.

"Que diga que primero estaba en la extrema derecha y luego se convirtió en demócrata, porque la gente lo entenderá, pero que no mienta a los españoles", declaró.

Guerra recriminó a los populares que proclamen que cuando accedan al poder serán tolerantes y, a continuación, dirigentes de esa formación digan que "los sindicatos deben estar dos siglos sin hablar", en referencia a Luis Ramalo. Para el dirigente socialista, el autor de esa frase "sólo puede referirse al silencio de los cementerios".

El ex vicepresidente del Gobierno también se refirió al programa electoral del PP, en especial a su propuesta fiscal, que bautizó como "contrarreforma" y definió como un sistema por el que se "subirán los impuestos a los que cobran menos y se bajarán a los que cobran más".

Alfonso Guerra se mostró orgulloso de poseer el "extraño privilegio" de "poner histérico" a Aznar cada vez que se sue al estrado y le acusó de "hablar cada vez menos" por instancia del comité electoral de su partido.

Comparó la situación que vive Aznar con la última película de Woody Allen, en la que un personaje le tapa la boca a una mujer cada vez que ésta intenta abrir la boca para hablar y le dice: "No hables, no hables".

En este sentido, recordó una de las últimas comparecencias televisivas de Aznar, en la que "dijo que hablaba con el de arriba y apuntaba con un dedo hacia el cielo". "No creo que se refirera a Manuel Fraga; en España ha habido cuatro siglos de teocracia y otro como el que ponía en las monedas 'por la gracia de Dios' no, gracias", dijo.

Por su parte, el presidente andaluz, Manuel Chaves, que precedió en la palabra a Alfonso Guerra, insistió en la idea de combatir "las actitudes intolerantes de aquellos que no respetan las reglas del juego".

"Con el PP se corre el riesgo de ser un país silencioso, domesticado", dijo, para acusar a continuación a esa formación política de "ocultar ss candidatos y su programa, porque no lo tiene".