Guardans criticó a "todos aquellos que nos daban por muertos" y vaticinó que tras ganar las elecciones, "previsiblemente seremos capaces de gobernar Cataluña con el apoyo de otra fuerza nacionalista, que es ERC".

"Entre los dos", continuó, "es previsible que logremos una mayoría estable de gobierno, pero evidentemente la última palabra la tiene ERC, aunque todo apunta a que lo lógico sea que espete la voluntad mayoritaria de los catalanes, que quieren que el próximo presidente de la Generalitat de Cataluña siga siendo un catalán, moderado, sensato, trabajador, pero un nacionalista catalán que no tenga que ir a pedir instrucciones a un partido de ámbito estatal".