González, que utilizó un tono muy mitinero en el acto, advirtió a la derecha que les volverá a ganar esas elecciones, además de asegurar que si las mujeres y hombres progresistas votan el domingo, "gnaremos, porque somos más que los conservadores". En ese momento los asistentes, entusiasmados, corearon el lema: "El PSOE unido, jamás será vencido".

Con la intención de fomentar el orgullo de ser socialista, tal y como vienen predicando todos los dirigentes del PSOE durante la campaña, el partido del Gobierno eligió como sede de su último acto electoral en Madrid una explanada contigua a la estación del AVE, realización emblemática del Gobierno socialista.

Alrededor de 15.000 personas abarrotarn la Plaza Roja de la estación de Atocha y los accesos a la misma, así como parte de las calles colindantes, rodeados de un amplio despliegue policial en el que participó un helicóptero que sobrevoló el recinto durante todo el acto.

Este escenario urbano abierto permitió que se mezclaran con los asitentes al acto varios centenars de manifestantes de Galerías Preciados y de OPA (Organización de Profesionales Autónomos), que esta mañana protagonizaron una protesta en la calle Santa María de la Cabeza, póxima a la estación. Su presencia fue la responsable de un persistente ruido de fondo al inicio del acto.

La policía apartó a los manifestantes de las proximidades del escenario, que quedaba por debajo de la calle donde se encontraban, antes de que interviniera Felipe González.

El líder socialista reclamó en ese momento "convivencia para todos, incluso para aquellos que se han equivocado de mitin y de hora", dijo en alusión a los manifestantes.

Al igual que en actos electorales anteriores, Gnzález criticó que la derecha hable de soluciones, "cuando lo único que han creado son problemas para nuestras ciudades y para nuestro país".

AGUA

El dirigente socialista resaltó la necesidad de un plan hidrológico para llevar agua de la España húmeda a la España seca y volvió a criticar la postura reflejada por Aznar en una revista ecológica en la que, en síntesis, decía que no se debe de cambiar con fondos públicos lo que la naturaleza ha hecho así.

En ese contexto, Felipe González advirtió alos ciudadanos de la España seca que "deben saber que si votan al PP se quedarán sin agua".

El presidente resaltó que la derecha "ha hecho una cosa bien, que ha sido agrupar el voto en torno al PP", y por ello pidió a los progresistas que "agrupen el voto en la única izquierda real, la izquierda que ha modernizado España, la izquierda que no se queda en predicar, sino que da trigo".

Como ya ocurrió en Barcelona el jueves, entre los asistentes se encontraban personajes muy conocidos, como las actrces María Asquerino y Charo López, el cantante Amancio Prada, el actor Sancho Gracia y el director teatral Adolfo Marsillach.

El presidente de la Comunidad de Madrid y candidato socialista, Joaquín Leguina, criticó los gastos de la campaña del PP, a la que calificó de "derroche multimillonario" por el que el dirigente del PSOE espera que la derecha "tenga que responder algún día ante el Tribunal de Cuentas".

Leguina también criticó el comportamiento de algunos medios de comunicación, aunque no ció a ninguno y manifestó que en esta campaña se ha descubierto la vocación partidaria de algunos de ellos. Acto seguido propuso volver a sacar `El Socialista' a diario.

Ironizó sobre su contrincante del PP, Alberto Ruiz-Gallardón, del que dijo que "ha descubierto un amor virulento pero pasajero" por los problemas sociales de esta tierra, que durará "hasta pasado mañana". La referencia de Leguina a Gallardón fue acogida con intensos abucheos de los asistentes.

El hasta ahora presidente autonómico iició su intervención con un símil literario: "Subidos otra vez sobre los lomos de Rocinante (el caballo de don Quijote) vamos a ver si ganamos esta batalla, vamos a derribar los molinos de viento que se han montado en esta campaña".

Leguina dijo que el programa madrileño del PP está dividido en "promesas de hacer cosas que ya están hechas, promesas de cosas que ya están empezadas y el resto banalidades".

CHIRIMBOLOS

Todos los dirigentes la FSM se refirieron a las cartas enviadas por el entoncesalcalde de París, el conservador Jacques Chirac, al presidente del PP, José María Aznar, para recomendarle la adjudicacion del mobiliario urbano (chirimbolos) que el gobierno municipal de Madrid pensaba instalar en la capital a una empresa francesa.

El secretario general de la FSM, Jaime Lissavetzky, que nombró uno por uno a todos los famosos que asistieron al acto, se refirió a los chirimbolos adquiridos por el ayuntamiento que dirige José María Alvarez del Manzano como "Chiracbolos" y afirmó que votr a la derecha "es escupir contra el viento".

Por su parte, el presidente de los socialistas madrileños, José Acosta, manifestó que "esta mañana hemos leido la correspondencia entre París y Madrid y no nos gusta", por lo que reclamó explicaciones del PP.

Juan Barranco, candidato socialista a la alcaldía de la capital, manifestó que "existen las cartas, existen los chirimbolos y alguien tendrá que asumir las responsabilidades".

El candidato del PSOE afirmó que "los socialistas somos mucho máselegantes que esa derecha que utiliza los juzgados para ganar allí lo que no han conseguido en las urnas".

También criticó que el 95% de la contratación de obras en Madrid haya sido adjudicada a dedo bajo el mandato de la derecha. Las críticas contra el PP fueron acogidas con alborozo por los miles de asistentes que abarrotaban la Plaza Roja de Atocha.