ELECCIONES GENERALES. RESUMEN JORNADA (2)
-"La situación de nuestro país no está para ser premiada", afirmó el líder popular
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El presidente del Gobierno, Felie González, afirmó hoy en Aquisgrán (Alemania), donde recibió el Premio Carlomagno, que su premio es un reconocimiento a "la España europea, al feliz reencuentro de España con su entorno europeo".
A su juicio, el galardón viene a recompensar "a toda una generación de españoles, sin exclusiones, que ha tenido la responsabilidad de dar un giro definitivo a una trayectoria histórica, una generación que ha podido cerrar un ciclo de impuesta singularidad".
En términos muy diferentes se expresó el líde del PP, José María Aznar, quien insinuó que González hizo coincidir la fecha de inicio de la campaña electoral con la entrega de este premio.
"De todas formas", ironizó, "que a un español se le entregue un premio, pues está muy bien, que TVE lo retransmita en directo, pues también está muy bien y que en España no hubiera 3.500.000 parados, también estaría muy bien".
Aznar encontró que no hay proporción entre el tiempo dedicado por TVE a este evento (hora y media de retranmisión en directo) y el edicado a otros líderes políticos, por ejemplo, cuando él se entrevistó en Londres con el primer ministro británico, John Major.
El máximo dirigente del PP se mostró confiando en que el premio a González no tendrá repercusión en las urnas. "Significación electoral, más que los premios la tienen las soluciones reales de los países. Y la situación de nuestro país no es en estos momentos para ser premiada, sino para llevarla a la preocupación y el esfuerzo conjunto de todos los ciudadanos", indicó.
RECERDO A MADARIAGA
En su discurso Felipe González recordó a sus dos antecesores españoles galardonados con el Carlomagno, el rey Juan Carlos y el humanista Salvador de Madariaga.
En su opinión, el premio otorgado al monarca fue el justo reconociento a quien había guiado la transición política y era el mejor representante de la nueva España, joven y dinámica, ansiosa de integrarse en la gran familia europea".
En la ceremonia, que se celebró en el Ayuntamiento de Aquisgrán, estuvieron presentes,entre otros, los anteriores premiados Jacques Delors y Vaclav Havel; los presidentes austriaco y alemán. Como invitados españoles figuraban, entre otros, el ministro de Exteriores, Javier Solana, el presidente de la Generalitat de Cataluña, Jordi Pujol; el presidente del PNV, Javier Arzallus; y el primado de España, Marcelo González Martín.
El canciller austriaco, Franz Vranitzky, destacó en la presentación de González su continuada en favor de la democracia, "desde sus tiempos de joven abogado antifrnquista hasta el lider de Europa que es ahora", mientras el alcalde de ciudad de Aquisgrán, Jüngen Linden, le presentó como "una esperanza europea".
ESPAÑA, CON UN PARO EUROPEO
González, en su escasa media hora de discurso, se refirió a los "logros" de los sucesivos gobiernos socialistas, afirmando que los españoles son beneficiarios "por primera vez y sin exclusiones", de prestaciones de bienestar fundamentales, como la educación, la sanidad y la protección social.
El presidente definió a Espaa como "básicamente urbana y secularizada", con una estructura demográfica joven pero con una fuerte caida de la natalidad, con un aspecto ocupacional semejante a la media de su entorno europeo y con una incorporación muy intensa de la mujer.
Insistió en que el proceso europeo al que se ha sumado España es ahora "irreversible", después de cuatro siglos en los que nuestro país "volvió la mirada sobre si mismo y se encerró en un proyecto ortodoxo, mezcla de acción política y de imposición moral".
Flipe González se refirió también a los problemas del paro, la corrupción y las drogas, y expresó el convencimiento de que se resuelven con "más Europa" y "más democracia".
Tras la intervención del canciller de Austria, Franz Vranitzky, las primeras palabras de agradecimiento de González fueron para el dirigente austriaco, al que dijo "somos muchos los que esperamos ansiosamente ese proceso de integración de Austria en la Unión Europea".
CEREMONIA EN LA CATEDRAL
Con anterioridad a la ceremonia e el Ayuntamiento de Aquisgrán, el primado de España y arzobispo de Toledo, Marcelo González Martín, presidió la tradicional misa concelebrada en latín en la catedral de la ciudad alemana, también dentro de los actos de entrega del premio a Felipe González.
Después de una homilía del obispo de la ciudad, Klaus Hemmerle, tomó la palabra monseñor González Martín, que mostró su esperanza en una Europa nueva. "Que nazcan en ella", dijo, "los gérmenes que permitan un crecimiento armónico de todos sus pueblos olvidados para siempre los rencores y parcialidades de oscurezieron sus horizontes".
El cardenal se refirió al "ansia de poder" que, en su opinión, invade en los últimos años a algunos políticos: "cada época tiene su condición y su signo. El de la nuestra es el poder, un tremendo poder que casi asusta cuando se le contempla desprovisto de la necesaria virtud. El poder solo no hace a los hombres, no construye, porque al carecer de límites fácilmente carece de dignidad".
González Martín se refiriótambién al enfrentamiento religioso que sufren algunas partes de Europa y resolvió por invitación a hacernos "más hermanos de los hermanos, como sucedió en las épocas mejores de la Europa cristiana".
EN LA CALLE, LA FIESTA
La entrega del premio a Felipe González, cuya presencia provocó gran espectación entre los ciudadanos de Aquisgrán, finalizó con una fiesta popular en el exterior del Ayuntamiento, en la que participaron todos los asistentes al acto.
El premio que recibió hoy Felipe González,que incluye además del medallón conmemorativo un premio de 5.000 marcos (unas 350.000 pesetas), lo recibieron en los últimos años François Mitterrand, Hetmut Kolh, Henri Kissinger, Vaclav Havel y Jacques Delors.
El premio Carlomagno fue creado el día de Navidad de 1949 y desde 1950 lo han recibido, además de los mencionados, otros "padres de Europa", como Winston Churchill, Jean Monnet, Robert Schuman, Alcide de Gasperi y Salvador de Madariaga. El rey Juan Carlos lo recibió en 1982.
PrecisamenteJean Monnet se refirió Felipe González para mencionar que no se le puede echar en cara no nombrar a España ni una sola vez en su dircurso europeista, "porque España estaba entonces encerrada en si misma y lejos de mirar y abrirse a Europa".
(SERVIMEDIA)
20 Mayo 1993
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