No obstante, su actuación originó una nueva polémica electoral, al suscitar las críticas de los partidos Popular, Izquierda Unida, CDS y Eusko Alkartasuna, entre otros, que no frenaron las garantías ofrecidas por el vicepresidente del Gobierno, Narcis Serra, en el sentido de que el Ejecutivo ni estudia ni tiene previsto estudiar el indulto para Amedo.

Si ayer era el portavoz popular en asuntos jurídicos, Federico Trillo, quien acusaba al fiscal general de haber roto el principio deimparcialidad, hoy el secretario general del CDS, José Luis Gomez Calcerrada, apuntaba abiertamente la hipótesis de que el Gobierno tema que Amedo y Domínguez "hablen" si el PSOE pierde el 6-J.

A su juicio, un eventual indulto "permite pensar que entre los policías condenados y las autoridades del Ministerio del Interior puede haber algún tipo de pacto o componenda en el que, a cambio de silencio, se obtendría la libertad".

Para el dirigente centrista, "la celeridad con la que ahora se prepara elindulto evidencia el temor del Gobierno a que los policías, ante un eventual cambio de administración, se decidieran a contar ciertos extremos que no quedaron aclarados en el proceso en el que se les condenó".

Las mismas sospechas expresó el líder de Izquierda Unida, Julio Anguita. "Si el ciudadano ve que, a través de visitas dudosas, un ciudadano ex comisario de policía parece estar en condiciones de exigir un indulto porque algo sabe, el doble estado se consolidará y eso es la muerte de la democraci, aunque haya elecciones", indicó.

En términos igualmente duros se pronunció la formación vasca Eusko Alkartasuna. Su dirigente Joseba Azkárraga expresó su "estupor y vergüenza ajena" ante este asunto, que consideró "más propio de repúblicas bananeras".

A su juicio, la visita de Amedo a Eligio Hernández constituye "un trato de favor absolutamente impresentable" que hace pensar que "aquí subyace algo mucho más grave como es lo que supone el ir preparando el camino para la concesión del indulto"."ELEMENTAL" ENTREVISTA

Por contra, en una entrevista a Onda Cero, Eligio Hernández calificó de "elemental" acceder a la entrevista que le había solicitado Amedo, porque tuvo un carácter "estrictamente humanitario" y se ajustaba "impecablemente" a la ley.

"Me la pedía una persona que lleva cinco años en prisión y que, con independencia de lo que haya hecho, tiene a su mujer gravemente enferma y me solicita verme para pedir una ampliación su permiso", indicó.

Adujo que su actuación tiene como ase legal tanto la Ley de Enjuiciamiento Criminal como el Reglamento General Penitenciario, "que establecen la posibilidad de que se comunique cualquier penado con el ministerio fiscal o con la autoridad judicial".

Desmintió que hubiese informado de la entrevista a Felipe González, porque el presidente del Gobierno "está muy ocuopado como para que yo le consulte todos los problemas. Este era un tema de mi exclusiva responsabilidad".

Confirmó que en la entrevista estuvo presente el ex director genral de la Seguridad del Estado, Julián Sancristóbal, porque Amedo le había pedido a éste que le acompañase, pero explicó que no intercedió en ninguna de las cuestiones tratadas en la reunión.

Por otra parte, fuentes judiciales consultadas por Servimedia indicaron que el Gobierno no podrá resolver la petición de indulto para Amedo y Domínguerz, sin contar antes con los informes del fiscal general del Estado y del Tribunal Supremo.

Aunque el Ministerio de Justicia no quiso pronunciarse, las fuentesconsultadas descartaron la posibilida de que el Gobierno haya anunciado a los ex policías que les indultará el próximo mes de junio.