La intención de Romero se vió frustrada por la presidenta de la mesa electoral, que le aclaró las normas que rigen el mecanismo de votación, y que establecen que sean los miembros de la mesa quienes introduzcan la papeleta.

Tras interrumpir el proceso, la presideta le espetó a Carmen Romero: "Lo siento señora, pero eso lo tengo que hacer yo", y cogió el sobre azul para insertarlo en la ranura, ante la sorpresa de la votante.

Ni Carmen Romero ni Felipe González realizaron declaraciones a los numerosos periodistas concentrados en el colegio electoral, por el que pasaron apenas dos minutos, el tiempo suficiente para realizar su votación, cinco minutos después de que se abriesen las urnas.