Varios cientos de granadinos aguardaron ante el Instituto Nacional de Estadística todo el día, formando una gran cola, para obtener una certificación necesaria para poder ejercer su derecho al voto.

Estas oficinas se cerraron pasadas las 7 de la tarde, cuando todavía había una colade unos 500 ciudadanos, y no a la 6, según el horario oficial, ya que las mesas electorales retrasaron también una hora el cierre, de acuerdo con la decisión tomada por la Junta Electoral Provincial, precisamente por los innumerables errores detectados en el censo.

También se presentó una denuncia en Motril por idénticos motivos, aunque la Junta Electoral de Zona acordó no posponer el cierre de las mesas, por lo que se cerraron como en el resto del Estado, a las 8 en punto de la tarde.

Pasadas la diez de la noche tanto en el Juzgado de Guardia de Motril como en el de Granada seguían llegando ciudadanos procedentes de la cola de la oficina del censo electoral para sumar su firma a la impugnación presentada por el ciudadano Eduardo Muñoz Escalona.

Muñoz Escolana, principal denunciante, señala en su demanda que él no aparecía en el censo, mientras figuraban dos de sus hijos que habían muerto en 1988.

Asimismo, funcionarios del Gobierno Civil señalaron haber recibido tarjetas de inscripción n el censo para que ejercieran el derecho al voto sus hijas de 8 años.