ELECCIONES 93. La semana electoral del PP ---------------------------------------------- EL PP SUGIERE QUE, EN CASO DE EMPATE, GOBIERNE EL PARTIDO CON MAYORIA EN EL SENADO

MADRID
SERVIMEDIA

El Partido Popular abrió e pasado jueves en San Sebastián su campaña electoral convencido de que, pase lo que pase el 6-J, el fin de la etapa socialista es imparable.

En Génova, 13, sede nacional de este partido, se dibujan varios escenarios posibles, incluído el de que José María Aznar pierda por la mínima frente al "carismático" Felipe González.

Un alto dirigente del PP comentaba ayer a los periodistas las peculiaridades del sistema electoral español, que hacen que el partido de Aznar pueda ser el más votado en el Senad, hasta acercarse a la mayoría absoluta (una reciente encuesta les situaba a una decena de los 128 escaños).

En esta situación se baraja ya el nombre de José Miguel Ortí Bordás, el que ha sido portavoz parlamentario en el Senado durante la pasada legislatura, como posible nuevo presidente de la Cámara Alta.

Esta hipótesis, explicó la misma fuente, no ha sido tomada demasiado en cuenta en las distintas "quinielas" de resultados electorales, pero puede ser "clave" para entender el devenir político e la próxima legislatura.

UN ARMA CONTRA EL GOBIERNO

El PP, argumentaba la citada fuente, tendría entonces un "arma" en sus manos para bloquear las iniciativas del Gobierno que pudiera formar González con cualquier combinación. Una iniciativa que en cualquier caso nunca iría a favor del Gobierno.

Por eso, a la tesis de Felipe González de que gobierne el partido con más escaños, señalaba el miembro del PP, habría que añadir: "En caso de empate, que gobierne el partido con mayoría en el Senado. L contrario generaría un bloqueo político sin precedentes. Atacaríamos no sólo ya las leyes, que podrían ser devueltas al Congreso en un proceso interminable, sino muchas iniciativas parlamentarias puntuales o incluso de control del Gobierno. Puedes tener al Ejecutivo frito".

En cualquier caso, José María Aznar protagonizó a las cero horas del viernes un acto sin precedentes por un triple motivo: porque se inició una carrera electoral que en cuanto a los resultados no tiene precedentes desde 1982; porqe empleó un método inusual hasta ahora: descorrer una cortinila de una valla electoral a modo de "pegada simbólica" (los populares han decidido no ensuciar las paredes de las ciudades y no pegarán carteles con la leyenda "Ahora. Gobierno para todos"), y por el lugar elegido, Guipúzcoa.

De toda España, el País Vasco, y en particular Guipúzcoa, es probablemente el territorio más problemático para el PP. Allí se fue José María Aznar con los dirigentes de su partido en esa región Marcelino Oreja y Jaime Myor Oreja, además de otros responsables provinciales.

En un ambiente frío de público (no más de 200 personas), coreando el ya habitual "presidente, presidente", Aznar reiteró su propuesta de "cambio razonable y equilibrado" con el que quiere llegar a la Moncloa.

AZNAR Y EL "CARCAMAL" GILA

A su llegada a Vitoria horas antes de ir a San Sebastián, Aznar ofreció una rueda de prensa para presentar oficialmente el programa de su partido. No hubo más que una pregunta al respecto y sí muchas sobre el cto que había tenido lugar horas antes en Aquisgrán (Alemania), la entrega a Felipe González del premio Carlomagno.

El presidente del PP ironizó con que "seguramente" la fecha de la entrega del galardón y la posterior elección por González de la fecha para iniciar la campaña electoral (un día después) "no tiene nada que ver".

Protocolariamente, Aznar felicitó a su adversario. Pero a renglón seguido puso en marcha la estrategia del PP para contrarrestar el "efecto Aquisgrán": "España, con tres milones de parados, no está para premios", repetía Aznar una y otra vez.

Asimismo, anunció eufórico la publicación este fin de semana de un sondeo que les otorga más de 164 escaños, frente a 126 para el PSOE.

Al tiempo, lanzó uno de los más duros ataques oídos en su boca contra "los socialistas frustrados", a quienes llamó "nuevos ricos" de este decenio. Dijo de ellos que apoyaban hasta hace dos días el totalitarismo y la invasión de Checoslovaquia por los tanques soviéticos.

Capítulo aparte lemereció en su discurso los artistas que apoyan al PSOE (no citó por su nombre ni a Gila, ni a Sara Montiel ni a Albert Boadella, entre otros), que están dispuestos a hacer el "puerta a puerta, el calle a calle o lo que les pille. Lo que sea para mantenerse apegados al poder, apegados a una migajas del poder". Aznar llegó a calificarles de "carcamales" de los que el PSOE echa mano en momentos de dificultad como los de ahora.

(SERVIMEDIA)
22 Mayo 1993
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