El dirio "Egin" manifiesta, en su edición de hoy, que, además de la pugna Aznar-González que ha centrado la atención de los electores a escala estatal, en Euskal Herria "han sucedido muchas cosas, como la muerte de un preso o las heridas sufridas por un joven en Iruñea (Pamplona), que han vuelto a dejar al descubierto una situación particular".

El diario destaca también cómo durante la jornada de ayer, mientras el resto de los candidatos se dedicaron a descansar, los de Herri Batasuna acudieron hasta la loalidad francesa de Bayona para asistir a una manifestación en apoyo de los presos vascos en huelga de hambre y en favor de la autodeterminación.

"Egin" incluye un único artículo de opinión sobre la jornada electoral, el titulado "Nere txanda" ("Mi turno"), en el que recuerda la patada que, en las elecciones de 1934, dio a una urna el ciudadano navarro Martín Goyen que, en aquella época, trascendió a los medios de información.

El artículista critica la supuesta manipulación del electorado y asegur que "si antaño los votos se compraban caros, hasta por una saca de harina, hoy la llamada "voluntad popular" es pura plastilina manoseada por la caja tonta, los debates, las encuestas, la sordina al disidente, el hurto de las subvenciones electorales, la utilización de periodistas como perros policías, el apoyo bancario a determinadas opciones ...".

Después de desvelar que muchos vascos van a votar por razones "geográficas", de modo que más allá del Ebro ni siquera votarían, asegura que en Euskadi "e significado del voto se transforma: votar se vuelve algo épico, trascendental, placer con el que hoy día muy pocos idealistas del mundo pueden deleitarse".

Finalmente, hace referencia velada al voto de HB y afirma que "para mucha gente, meter aquí una papeleta concreta en la ranura de la urna produce algo así como un orgasmo espiritual que sólo superaría alguna fuga de seiscientos presos o una epidemia letal en el Estado Mayor del Ejercito".