Blanco calificó de "crisis constante" la relación entre el Partido Popular y el Gobierno de Hormaechea, afirmando que el Ejecutivo autónomo carece de estabilidad al haber sido expulsados del PP sus componentes.

Tras considerar "irreales" las manifestaciones del presidente regional, al augurar que centa con 21 diputados, el secretario general del PSOE cántabro no se pronunció sobre una posible moción de censura al término de la campaña electoral.

"Estamos en la misma disposición que en junio de 1991", comentó Blanco, "y sería muy fácil hacer sangre, pero lo que nosotros queremos es solucionar los problemas de la región y eso pasa por la retirada de los procesados".

Asimismo, Jaime Blanco acusó a Pajares de ocultar el escrito remitido por los populares y de utilizar la Cámara regional de tapdera de las crisis de la derecha en la región.

El secretario regional del PSOE dijo que cuando la derecha cántabra tiene problemas, el presidente de la Cámara "juega a cerrar la asamblea y constituirla en un monumento, al tiempo que consideró que en la actualidad existen temas urgentes que deben debatirse y no se hace por su oposición. Si las instituciones se anulan, la autonomía no subsiste", concluyó.