La encuesta refleja también el alto nivel de indecisión entre el electorado, unos 6,5 millones, lo que hace que el final de la campaña electoral tenga un desenlace imprevisible.

Eta indecisión, según el estudio, afecta principalmente a los antiguos electores del PSOE que no han manifestado aún su intención de voto.

Con su opción ya decidida, los populares podrían alcanzar los 162 escaños, ésto es, 36 más que los socialistas, que únicamente obtendrían 126, perdiendo 49 escaños respecto a los resultados de 1989, y experimentando un retroceso mayor que la subida del PP.

Izquierda Unida subiría 7 escaños, de 17 a 24; Convergència i Unió, uno, de 18 a 19; el PNV, HB y EA mantedrían sus diputados, 5, 4 y 2, respectivamente, aunque éste último podría aspirar a un tercero.

El CDS sufriría un derrumbe, ya que únicamente conservaría uno de sus 14 diputados de 1989. Los partidos regionalistas conservan una representación similar, con una ligera tendencia a la baja.

CASTIGO: DEL PSOE AL PP

En el ámbito de antiguos apoyos al PSOE, quienes se deciden por el voto de castigo a los socialistas eligen mayoritariamente a sus "acérrimos enemigos", el PP, mientras 1 de cada 4 de su anteriores votantes se decanta por otras opciones políticas.

Según el sondeo, elaborado por el equipo de Isabel Bergareche, los populares cuentan con una fidelidad de voto del 85'1%, al margen de los apoyos de "ex votantes" del PSOE, del CDS y de las generaciones que aún no habían tenido oportunidad de manifestarse en las urnas.

IU sube siete escaños respecto a los que consiguió el 1989 en Sevilla, Jaén, Málaga, Valencia, Asturias, Madrid y Barcelona, pasando a 24 diputados.

Por su parte, e CDS conseguiría únicamente un escaño en Madrid, precisamente para su presidente, Rafael Calvo Ortega, y sólo tendrían intención de votarle una cuarta parte de los que lo hicieron en 1989.

Respecto a los partidos nacionalistas, CIU aumentaría un escaño su representación parlamentaria, PNV se mantiene con 5; HB con 4, y Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) se estrenaría en el Parlamento con un diputado, al igual que Unidad Alavesa (UA).

El Partido andalucista (PA), después de su escisión, podrí perder sus dos representantes, mientras que Unió Valenciana (UV) podría perder uno de los dos que tiene por Valencia. El partido de Carlos Garaitkoetchea, Eusko Alkartasuna (EA), coaligado a Euskal Ezkerra, podría conseguir un diputado más en Guipúzcoa, sumando 3.

Completan el arco parlamentario Coalición Canaria (CC), con un diputado, y el Partido Aragonés Regionalista (PAR), con otro.

Por circunscripciones, el PP sube en todas las provincias españolas, mientras que el PSOE manifiesta un desceno en la mayor parte de ellas.

Los casos más representativos estarían en Andalucía, donde el PSOE perdería entre 9 y 14 escaños de los 42 que tenía y el PP ganaría entre 7 y 13, situándose entre los 21 y 25 en otro feudo socialista, Castilla-La Mancha.

El sondeo refleja una inversión de los papeles en la mayoría de las regiones, como ya adelantaban encuestas anteriores, ya que el PSOE sólo mantendría diferencias en Andalucía y Extremadura. En el resto de las regiones, excepto Cataluña y País Vasco el PP sería el partido más votado.