José María Aznar, que fue precedido en el uso de la palabra por el alcalde de Madrid, José María Alvarez del Manzano -para dar la bienvenida a los asistentes-, Francisco Alvarez Cascos e Isabel Tocino, utilizó la ironíapara contestar a Felipe González, que ayer dijo que se parece a un "robot".

"Es obvio, que en estos días vamos y vais a tener que oír de todo", afirmó el dirigente del PP, en medio de gritos aislados de su público. "Eliminaremos la sanidad, retiraremos las pensiones, cerraremos puertos y aeropuertos, volaremos las carreteras... pero habrá muchos españoles que nos voten".

"Soy un robot, ¿Me veis bien?", continuó entre gritos y risas, "Fijaos bien en Ana (su esposa, presente en la primera fila). Qunce años de matrimonio y no se ha enterado que lleva quince años `robotizada'. LO que más me ha impresionado es la profundidad de la idea. Es la contribución al futuro de España. Los parados españoles se habrán sentido aliviados".

Aznar arremetió también contra la "irresponsabilidad" de los que vuelven al argumento del aislamiento de España (acusación de González contra él por su negativa inicial a incrementar las tropas en Bosnia), porque quien aisla a España es "el que la empobrece moral y económicaente".

El presidente del PP no entró a explicar las líneas maestras del programa, porque previamente lo había hecho Alvarez Cascos, en un cuidado `reparto de papeles', pero sí se guardó algunas de las propuestas más efectistas.

Así, anunció que si gana las elecciones creará un departamento en Presidencia del Gobierno para controlar personalmente desde el Palacio de la Moncloa el gasto público, además de dotar a todos los ministerios de una oficina de control de gasto, revitalizando la figura del nterventor del Estado. Objetivo, dijo: "que ni una sola peseta se despilfarre, y que si los ciudadanos tienen dudas, puedan denunciarlo".

"Hace falta cinismo", gritó al auditorio en otro pasaje de su discurso, para hablar de tolerancia como lo hace González, después de "manipular" RTVE y nombrar a un fiscal general del Estado, Eligio Hernández, antes Leopoldo Torres, de su propio partido.

"Vamos a ganar", repitió varias veces, al tiempo que elogió el papel de todos los congregados hoy en el Palaco de Congresos y Exposiciones de Madrid, por su contribución a crear un partido centrado para un "cambio razonable".

CASCOS: GARZON, EL CANDIDATO-PESEBRE

Por su parte, el secretario general del partido desgranó las líneas maestras del programa del partido, un documento de más de cien páginas que estará editado la próxima semana.

Antes de ello, Francisco Alvarez Cascos lanzó un durisimo ataque contra el juez Baltasar Garzón, "el candidato-modelo de Felipe González", por su incorporación al PSOE,y contra la filosofía que esto conlleva.

"Cuando Felipe González da su respaldo a ese modelo de candidato, deja bien claro que para él, el PSOE, cuando menos, no es un partido recomendable y esto no es una novedad en la política europea", argumentó.

Recordó que el líder socialista francés Michel Rocard propuso antes de la debacle socialista en las elecciones galas una refundación del PSF, y añadió "esto es loque intenta Felipe González en España de tapadillo: dinamitar al PSOE, su propio partido"

Alvarez Cascos descalificó lo dicho por Garzón, en el sentido de que su ideología es cercana a "un sector" de Izquierda Unida, pero que finalmente se ha decantado por el PSOE, recordando que eso, en lenguaje vulgar se llama "arrimarse al sol que más calienta. Prefiere el `pesebre' a sus propias conviciones".

Isabel Tocino manifestó desde la tribuna de oradores que "los socialistas han venido a ocupar España no a ocuparse de los problemas de España (...) Lo que quieren es imponernos el futuro a l fuerza y, lo que es más grave, nos quieren imponer su propio futuro". "Se llegaron a creer que eran los amos de diez millones de españoles (votante socialistas del 82)", llegó a decir.

La candidata `número uno' por Toledo ocupó hoy un lugar de preferencia en la escenografía (después de Aznar, salió ella al escenario, por delante de otras candidatas), y en su calidad de experta en temas europeos negó la acusación de que el PP es partidario del aislacionismo.

Por contra, acusó al Gobierno socialisa de "cobardía" e "incapacidad" para afrontar los problemas de España y afirmó que la democracia española se encuentra "viciada por los casos de corrupción, por serias dudas de la independencia de la justicia y por la falta de neutralidad del Estado".