Arzalluz señaló que él no quiere "hacer ningún favor al PSOE", pero que si se quiere abordar "en serio" el "caso Filesa", "habrá que sacar todos (los casos) a la luz".

El líder peneuvista se mostró convencido de que tras las elecciones del 6 de junio no habrá ningún partido con mayoría suficiente en el Congreso como para gobernar en solitario.

"Hay que cambiar de mentalidad y acostumbrarse a los gobirnos de coalición", comentó Arzalluz, que se refirió a los resultados que ofrecen las encuestas "y a las persuasiones de unos y otros" para apoyar la necesidad de este cambio de mentalidad.

El dirigente nacionalista no interpreta este hecho como una derrota de los socialistas, sino que opina que es "entrar en la normalidad política".

Aseguró que el PNV no se ha planteado entrar en un gobierno del Estado, por considerar que tener "un ministro" no es suficiente para "hipotecarse a una política deteminada".

No obstante, Arzalluz advirtió que aquellos que quieran el apoyo del PNV para gobernar, tendrán que asumir tres condiciones: un cambio en la política industrial que apoye a las pymes y a los jóvenes en paro, una política hacia Europa que cuente con las autonomías y la "vigencia completa" del Estatuto de Guernica.