En declaraciones a Servimedia, Moraleda consideró importante que se restablezca la convivencia en el pueblo en el menor tiempo posible, para lo cual, subrayó, el Gobierno "debe de dejar de mirar al techo y asumir la responsabilidad" que tiene en este asunto.

A su juicio, el problema de fondo es extraordinariamente complejo y necesita no solamente de una actitud de tolerancia, sino de un presupuesto público que ayude a producir la inserción tanto laboral como socialcultural de los inmigrantes. "No puede pensarse bajo ningún concepto que sólo con la relación económica puede establecerse una relación estable", precisó.

"Es necesario también" continuó, "que se produzca una integración a través de las condiciones a la vivienda, a través de la educación y a través del respeto cultural de una población que tiene una cultura y una forma de pensamiento distinta a la que pueda tener la población española, y eso es imposible hacerlo sin presupuesto".

En su opinión, a política de inmigración no debe ser retórica, sino eficaz, y para ello ha de tener repercusión presupuestaria. Además, recalcó que "ni los inmigrantes son asesinos porque un inmigrante haya asesinado ni los agricultores son racistas porque haya habido agricultores con un comportamiento racista".