Méndez, que visita hoy El Ejido, indicó que la situación es "muy difícil". "Hay que rechazar el asesinato de Encarnación López, pero también hay que rechazar que una serie de energúmenos pretendan culpabilizar a too un colectivo porque son de la misma raza del presunto asesino, apaleando a los inmigrantes y destruyéndoles sus escasas pertenencias", indicó.

El líder de UGT explicó en RNE que tiene un sentimiento de rechazo, pero también un sentimiento de miedo. Recalcó que lo que hay que hacer es reconocer a los trabajadores inmigrantes todos sus derechos como personas.

Méndez denunció las condiciones en las que viven estos trabajadores, que son mal tratados; mal pagados, porque cobran la mitad de lo que die el convenio del campo; carecen de alojamiento digno, ya que la mayoría viven en almacenes que no reúnen las mínimas condiciones, y, además, no tienen la posibilidad de vivir con sus familias, que es un elemento fundamental para poder arraigar en una sociedad.

A su juicio, "todo eso hay que resolverlo", sobre todo en zonas como El Ejido, donde hay un importante porcentaje de mano de obra inmigrante, porque "esas carencias y falta de atención y de reconocimiento de sus derechos aflora con toda la crudza en situaciones como ésta".

Rechazó la postura de algunos agricultores almerienses, que dicen que todo lo que ganan estos inmigrantes lo envían a sus familias, en lugar de destinar una parte a vivir aquí en unas condiciones dignas. Aseguró que si se les pagara el salario que les corresponde y se les facilitara un alojamiento, podrían vivir con dignidad.

A la pregunta de por qué suceden estas cosas con los magrebíes y no con los inmigrantes de otros países, contestó que una de las claves está enque hay empresarios desaprensivos que piensan que es preferible contratar subsaharianos o trabajadores de otras zonas que no sean los marroquíes porque son más dóciles y no conocen sus derechos como trabajadores.

Por ello, cree que la huelga convocada por los inmigrantes de El Ejido es "una especie de reafirmación de su dignidad como trabajadores, porque se les está despojando de ese reconocimiento como trabajador y se les considera mano de obra barata, pero sin derechos".