Según informaron a Servimedia fuentes del Ministerio de Defensa, durante 2002 las Fuerzas Armadas lograron despertar el interés de entre 20.000 y 25.000 jóvenes, que materializaron las 35.000 solicitudes indicadas. La diferencia entre ambas cifras se debe a que muchos peticionarios se presentan varias veces para tratar de conseguir una plaza concreta.

Por lo tanto, prácticamente la mitad de ls personas que solicitan alistarse acaban quedándose fuera del Ejército por distintas causas: no superar las pruebas de acceso, renunciar al no encontrar el destino elegido o arrepentirse una vez conseguida la plaza.

Incluso se producen numerosas bajas (alrededor de un 15%) entre los jóvenes incorporados a los centros de formación del Ejército pero que no llegan a jurar bandera y firmar el primer compromiso.

A mediados de diciembre el número de soldados y marineros era de algo más de 73.000, a lo que habría que sumar 975 alumnos en los centros de formación militares y que en esa fecha no habían firmado aún sus compromisos, según las mismas fuentes.

Con estas cifras, el año ha terminado con cerca de 75.000 efectivos de tropa y marinería, una cifra muy similar a la de hace un año. Según los datos del ministerio que encabeza Federico Trillo, en 2002 se ha producido un crecimiento de 850 soldados, es decir, que si hubo 13.000 incorporaciones, se han registrado más de 12.000 bajas.