Según informa el Gobierno, el proyecto abre la posibilidad de acceder a la condición de militar profesional de tropa y marinería "únicamente a los ciudadanos de países con especiales y tradicionales vínculos históricos y lingüísticos con España -iberoamericanos, según dijo ayer el ministro Federico Trilo-, porque sus nacionales constituyen el grueso de los flujos migratorios que recibimos y su incorporación apenas requiere modificaciones estructurales u organizativas, y por las facilidades con las que cuentan para naturalizarse españoles".

La nueva normativa autoriza la firma de un único contrato temporal de tres años. Aquellas personas que quieran mantener una relación de servicios más prolongada con las Fuerzas Armadas, y por lo tanto acceder a empleos y puestos de mayor responsabilidad, deberán dquirir la nacionalidad española por los cauces previstos en el Código Civil, que exige dos años de residencia en España.

Asimismo, sólo podrán ingresar en ciertas especialidades de determinadas unidades, en principio aquellas que presentan una fisonomía especial, como la Legión o la Brigada de Infantería de Marina, con la que puedan sentirse más identificados, según las mismas fuentes.

El desarrollo reglamentario fijará un porcentaje máximo de las vacantes a cubrir con extranjeros dentro de esasunidades, aunque Trillo avanzó que tendrán un tope del 2 por ciento sobre el total de la tropa, es decir, unas 1.700 plazas sobre el total de 86.000 efectivos previstos para finales de 2002.