Trasplante
El ejercicio terapéutico mejora la calidad de vida del paciente trasplantado de médula ósea
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El ejercicio terapéutico mejora la calidad de vida del paciente trasplantado de médula ósea, una intervención que requiere un periodo de ingreso prolongado y que puede mermar la capacidad física de la persona, según puso de manifiesto este viernes la Sociedad Española de Hematología y Hemoterapia (SEHH).
Por ello, el Grupo Español de Trasplante Hematopoyético y Terapia Celular (GETH-TC) de la SEHH elaboró la ‘Guía de Ejercicio Terapéutico en el TPH’, que se presentó en el marco de la Reunión Anual del GETH-TC, celebrada en Málaga.
El TPH (Trasplante de Progenitores Hematopoyéticos), denominado genéricamente como trasplante de médula ósea, es un procedimiento de gran complejidad que consta de distintas fases programadas, destacando un periodo de ingreso prolongado y complicaciones que pueden mermar la capacidad física del paciente candidato.
En este contexto, la presidenta del GETH-TC, de la SEHH, la doctora Anna Sureda Balari, señaló que “el ejercicio terapéutico puede tener un impacto positivo significativo en la supervivencia y en la tolerancia al tratamiento y sus efectos secundarios, redundando en una mejora de la calidad de vida”.
Por todo esto, el GETH-TC elaboró su ‘Guía de Ejercicio Terapéutico en el TPH’, en la que participó un equipo multidisciplinar del Hospital Álvaro Cunqueiro, de Vigo, formado por tres fisioterapeutas, una enfermera y una hematóloga, que contaron con el apoyo de un ilustrador.
ACTIVO EN EL PROCESO
Tal y como puso de manifiesto el coordinador de Fisioterapia, Terapia Ocupacional y Estimulación del Hospital Álvaro Cunqueiro y coautor de la guía, Antonio Chamorro Comesaña, la guía tiene por objetivo “dotar al paciente de una herramienta útil que le permita estar activo durante todo el proceso de TPH y reivindica la generalización de programas multidisciplinares de ejercicio terapéutico en todos los hospitales de España”.
El ejercicio terapéutico “puede reducir la fatiga inducida por el cáncer, favorecer la metabolización de la medicación, mejorar la adherencia al tratamiento quimioterápico y potenciar la función inmune, entre otros muchos beneficios”, añadió el experto.
En algunos estudios, el ejercicio es definido como una "polipíldora" debido a sus múltiples dianas. Según la directora del Programa de TPH y Terapia Celular del Hospital Regional de Málaga, la doctora María Jesús Pascual Cascón, “es importante entregar esta guía al paciente con tiempo previo al ingreso, de tal manera que se pueda organizar para iniciar una actividad física regular (si no lo ha hecho ya). Diversos estudios demuestran que mejorar la fuerza muscular y el estado cardiopulmonar antes de un TPH alogénico influye positivamente en el mantenimiento de la función física después del tratamiento”.
(SERVIMEDIA)
17 Jun 2022
ABG/gja