"Si la aparición de la dolencia mental se retrasa hasta los 75 años en vez de desecandenarse a los 70 años, puede ocurrir que nunca llegue a desarrollarse plenamente", dijo Ronald Petersen, de la Clínica Mayo.

Según un estudio presentado por Amy Borenstein, de la Universidad de Florida del Sur, en el que participaron 1.800 personas, las que tomaban zumos de frutas y verduras sin pelar tres o más veces a la semana mostraron cuatro veces menos de posibilidades de desarrollar la enfermedad de alzheimer que los que no lo hacían nunca o casi nunca.

Ello podría deberse al elevado contenido de unos antioxidantes denominados polifenoles en la cáscara y la piel de las frutas y verduras.

La práctica regular de ejercicio físico, como montar en bicicleta o pasear, también previene del alzheimer, según la investigación de Mark Sager, de la Universidad de Wisconsin. En su estudio participaron 500 hombres y mujeres con una edad media de 53 años, obteniendo mejores resultados en las pruebas de memoria los que hacían deporte de manera habitual,

Este hallazgo confirma las conclusiones de investigaciones previas que apuntaban que el ejercicio incrementaba el número de conexiones celulares cerebrales. Su investigación también reveló que el consumo de entre una y tres bebidas alcohólicas a la semana mejoraba los resultados obtenidos en los test cognitivos. Ello podría deberse al elevado contenido en polifenoles de algunas de ellas, como el vino tinto.

Las infecciones de las encías como la gingivitis y la enfermedad periodontal podrían incrementar el riesgo de sufrir la dolencia mental. Según Margaret Gatz, de la Universidad de California Sur, que estudió a 109 parejas de gemelos idénticos, los que sufrían inflamación crónica de las encías presentaban una serie de problemas de salud, entre ellos el alzheimer. Por ello, la experta recomendó una higiene bucal completa como medida preventiva.