La reunión viene precedida por el llamamiento expreso que ha hecho el secretario de Organización, Ciprià Ciscar, a todos los dirigentes regionales, para que se imponga el silenio sobre este asunto.

En una circular enviada a todas las federaciones, Ciscar advirtió el viernes que sólo a partir de la convocatoria del próximo congreso se deberá considerar abierto el debate precongresual.

"Debatir públicamente sobre la conveniencia o no de celebrar un congreso está siendo utilizado por nuestros adversarios políticos -y especialmente el PP- para cuestionar al partido y sus dirigentes", afirmaba el escrito.

Igual que Ciscar, otros dirigentes, como Joaquín Almunia o Manue Chaves, han pedido que terminen ya las declaraciones sobre la renovación del partido y la continuidad de González.

El debate sobre el recambio en la cúpula del PSOE quedó aparcado después del último congreso, en marzo de 1994, con la elección de una nueva Ejecutiva dominada por el sector renovador. Ahora el debate se ha resucitado a causa de los últimos escándalos que han salpicado al partido, concretamente el 'caso Otano' en Navarra y las denuncias de sobornos del alcalde de Marbella, Jesús Gil, conra dirigentes del PSOE andaluz.

RODRIGUEZ IBARRA

La espita de la polémica la abrieron el dirigente vizcaíno Nicolás Redondo Terreros y el ex ministro Fernando Morán, que demandaron días atrás la celebración de un congreso "lo antes posible" para dar una respuesta a los casos de corrupción.

Pero el verdadera revuelo lo armó el presidente extremeño, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, cuando al día siguiente defendió que el próximo congreso renueve a toda la Ejecutiva, incluido Felipe González, para qu los ciudadanos perciban que el PSOE está dispuesto a regenerarse tras los últimos escándalos en que se ha visto envuelto.

Las palabras de Ibarra provocaron un torrente de declaraciones de dirigentes socialistas a favor y en contra. Felipe González ha guardado silencio y se ha limitado a bromear señalando que siempre hay que hacer caso al presidente extremeño.

Sin embargo, fuentes del entorno del líder socialista aseguraron hoy a Servimedia que González es contrario a abrir ahora el debate preconresual, porque "enturbia" la acción de oposición al Gobierno de José María Aznar.

Según estos interlocutores, González cree que el PP se está frotando las manos con esta polémica del PSOE y va a hacer todo lo posible para que se convierta en la "serpiente" periodística de este verano.