En su opinión, tras completar laconsolidación del Estado de las autonomías, ahora se trata de dar un impulso a las corporaciones locales como instrumentos de modernización del país.

Respecto al papel que a partir de ahora deben jugar las corporaciones locales, Eguiagaray dijo que hay un debate abierto con la Federación Española de Municipios y Provincias para determinar qué funciones son más propias de las corporaciones y cuáles de las comunidades autónomas.

Este proceso afecta a todas las administraciones, afirmó el ministro,en cuatro o cinco años un tercio de la Administración central se traspasará a otros organismos. "Será un proceso autonómico de una enorme intensidad, que significará que la Administración del Estado reducirá en aproximadamente un 32 por ciento sus efectivos, y significará, por lo tanto, una simplificación en las estructuras administrativas del conjunto del Estado, a la vez que una mayor dotación de medios materiales, personales y económicos para las comunidades autónomas".

Juan Manuel Eguiagaray no qiso valorar los resultados de la encuesta del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) que sitúa la preocupación autonomista como una de las principales entre los aragoneses.

Según el ministro, la aplicación del Pacto Autonómico, firmado en su día por socialistas y populares, debería zanjar la polémica sobre si Aragón merece ser considerado un caso excepcional dentro de las comunidades de la llamada "vía lenta".

Por lo que se refiere al papel de las diputaciones provinciales, el ministro indió que el Gobierno no contempla su desaparición, ya que entiende que cumplen un papel "insustituible" como soporte de los pequeños municipios. El Ejecutivo tampoco tiene la intención de desmantelar los gobiernos civiles, sino modernizar sus funciones.

En cuanto a la transferencia de una parte del IRPF a las comunidades autónomas, el ministro señaló que debe ser un debate que siempre acabe en acuerdo.