El oleoducto, de la empresa Repsol, tendrá un longitud de 350 kilómetros y supondrá una inversión de 25.000 millones de pesetas, de los que 10.000 procederán e fondos europeos FEDER. Atravesará las comunidades de Murcia y Castilla-La Mancha y, según Eguiagaray, "supondrá la consolidación de la actividad petrolera en la región de Murcia".

El titular de Industria explicó que este oleoducto convertirá al puerto de Cartagena en uno de los tres puntos de entrada de energía más importantes. "La obra incidirá de forma espectacular en el tráfico portuario y permitirá la apertura de un mercado de gasóleos y productos derivados en la zona centro de España", añadió Euiagaray.

El ministro manifestó que, para Castilla-La Mancha, supondrá el aumento de la actividad de la refinería de Puertollano, que llegará a alcanzar niveles de destilación de hasta 7,5 millones de toneladas de crudo anualmente.

Por otro lado, indicó que la construcción del oleoducto, que se prevé esté terminado a finales de 1997, dará empleo a unos 200 trabajadores de manera directa y que el mantenimiento de las infraestructuras requerirá cinco empleados.

El recorrido del oloeducto respeará, aseguró Eguiagaray, las zonas de interés ambiental y dispondrá de importantes mecanismos de seguridad.

Por otra parte, el director de Repsol-Petróleo, José Luis Díaz Hernández, señaló que el resto de inversiones en Cartagena continuarán paralizadas hasta que la Unión Europea se pronuncie sobre las directrices que afectan a los productos derivados del petróleo.

La Administración regional de Murcia y Repsol firmaron en 1992 un convenio que preveía inversiones de más de 70.000 millones de pesets hasta 1995.

Después de la presentación en Cartagena, el ministro Eguiagaray viajó a Puertollano, donde también visitó las instalaciones de la refinería que será destino del oleoducto a construir.