Es la primera toma de contacto de Eguiagaray con los distintos subsecretarios para esbozar unprimer borrador del plan de modernización, que podría ser presentado hacia el mes de marzo de 1992.

Este plan se apoyará en el acuerdo recientemente firmado con los sindicatos para hacer posible en un clima de diálogo ante las reformas que es necesario acometer en materia de personal, especialmente el trasvase de funcionarios de los organismos en los que sobran trabajadores a otros en los que faltan.

Las reestructuraciones de personal serán más frecuentes en los próximos años, al tener previsto l Administración que las ofertas de empleo público serán prácticamente nulas entre 1992 y 1994, limitándose a cubrir las bajas vegetativas.

El objetivo final es aproximar la productividad de la Administración a la del sector privado, ya que actualmente es inferior aproximadamente en un 9 por ciento, según una estimación realizada por el Instituto de Estudios de Prospectiva, de la Secretaría de Estado de Economía.

La reforma pretende también mejorar la atención al público mediante la supresión de vntanillas, la adecuación del horario de oficinas a las necesidades de los usuarios y el uso de un lenguaje más comprensible en la comunicación con los ciudadanos.

El desarrollo del plan será coordinado por el vicepresidente del Gobierno y los ministros de Economía, Administraciones Públicas y Relaciones con las Cortes.

No deben esperarse de él resultados espectaculares, según ha manifestado reiteradamente el ministro Eguiagaray, pero sí un esfuerzo del Gobierno para predicar con el ejemplo el evagelio de la competitividad.