El propósito de los sindicatos, al plantear dos jornadas de huelga, es ver "cómo repira" el Gobierno después de la primera y tener capacidad de respuesta con un nuevo día de paro en el caso de que mantenga la subida salarial del 1,2 por cien para los funcionarios.

La decisión de fijar el seguro paro a mediados de diciembre responde a que unos días ntes se habrá conocido el IPC acumulado entre noviembre del 91 y noviembre del 92, del que depende la cuantía de la cláusula de revisión de este año.

La concreción de las fechas está también pendiente de que CSI-CSIF acepte reconvertir la jornada de paro de 24 horas que había convocado para el 3 de diciembre, antes de que UGT y CCOO pactaran ir a la huelga, en un día de protestas menos duras.

En todo caso, CSI-CSIF continuará en noviembre con su programa de movilizaciones, que incluyó hoy la realzación de una sentada ante la sede del Ministerio de Economía, en la que participó su presidente, José Luis Alemany, y otras manifestaciones similares ante los gobiernos civiles de las capitales de provincia.

Fuentes de este sindicato consultadas por Servimedia indicaron que han aceptado el planteamiento de que haya dos jornadas de huelga general y resaltaron que harán todo lo posible para alcanzar un acuerdo sobre las fechas.

En cuanto a las reivindicaciones que deben articular la huelga, CSIF cnsidera que los "mínimos irrenunciables" tienen que ser la exigencia del mantenimiento de la cláusula de revisión salarial en el 93 y un aumento retributivo igual al previsto en los Presupuestos del Estado para el sector privado, que es del 4 por cien, sin incluir deslizamientos.

NO LEVANTAR RECELOS

Por su parte, los sindicatos UGT y CCOO consideran fundamental, para conseguir un pacto sobre las fechas de las huelgas, no suscitar recelos entre el sindicato vasco ELA-STV y el gallego CIGA, razón por a cual no quieren llevar una propuesta cerrada.

A este respecto, las fuentes consultadas recordaron que ELA-STV, que es el primer sindicato del País Vasco, convocó para el 27 de mayo de este año la huelga general que en el resto de España tuvo lugar un día antes, después de que la fecha del paro no puede pactada previamente con ellos.

Además, las centrales quieren obtener también el respaldo de otros sindicatos con representación en sanidad, la enseñanza y correos, servicios públicos fundamentale para hacer sentir los efectos del paro en la ciudadanía.

Por otra parte, el ministro para las Administraciones Públicas, Juan Manuel Eguiagaray, al ser preguntado hoy por Servimedia sobre el anuncio de huelga, declinó hacer un pronunciamiento explícito, al no haber sido convocada formalmente todavía.

Respecto a si la huelga es una reacción exagerada al recorte salarial aplicado por el Gobierno a los funcionarios, Eguiagaray afirmó que "sobre el derecho de huelga no hay mucho que decir. La Constiución dice que tienen legítimo derecho a ejercerlo".