Eguiagaray señaló, durante su intervención en el Consejo de Ministros de Industria celebrado hoy en Luxemburgo, que la estabilidad macroeconómica, financiera y monetaria que parece estar recuperando la Unión Europea, "siendo condiciones necesarias, no resultan suficientes para acelerar el ajuste estructural de nuestras industrias y para obtener ganancias de competitividad".

El ministro españolsituó la mejora de la competitividad de la industria europea como uno de los objetivos prioritarios que debe marcarse la Comunidad, y advirtió a los demás socios que la Unión debería hacer valer su capacidad de influencia cuando estén en juego los intereses de su industria frente a otros mercados del mundo.

Juan Manuel Eguiagaray situó a las 'pymes' europeas en el centro del huracán que exige la industria del 'viejo continente', como uno de los ejes de la recuperación del tejido industrial europeo, y eñaló que aunque el funcionamiento del mercado interior puede haberse quedado pequeño antes de completarlo, es necesario seguir mejorándolo, "sobre todo hay que conseguir que sus beneficios se extiendan a un mayor número de empresas, especialmente las 'pymes'".

Respecto a la intervención de las administraciones públicas en el proceso, el ministro español de Industria señaló que "resulta primordial seguir avanzando, con el indispensable concurso de la Comisión, para lograr mayor transparencia en las aydas de Estado".

Opinó que la Comunidad no ha dado aún una respuesta clara a los Estados miembros ante el dilema que plantean los criterios de cohesión económica y social, basada en la restricción de ayudas, y las diferentes políticas de ayudas de Estado que requieren sus economías.

Para dar una salida a este interrogante, Eguiagaray señaló que la Comisión y el Consejo deberán tratar "las relaciones cruzadas entre competencia, política industrial, política regional y cohesión económica y social". Eguiagaray señaló que junto a las 'pymes', los grandes grupos industriales fruto de fusiones y concentraciones empresariales serán igualmente decisivos en el futuro de la industria europea, tanto por su capacidad de competir en terceros mercados como por la defensa de los intereses regionales que pueden hacer ante la ofensiva de conglomerados similares de áreas extracomunitarias.