En declaraciones a Servimedia, Ollero manifestó que la publicación de la cabecera abrtzale "se da una situación de agravante en la medida en que se amparaban en la libertad de expresión y en el derecho a la información como coartada con la esperanza de que eso le iba a garantizar una mayor posibilidad de quedarse impunes".

En su opinión, el mundo cercano a la banda terrorista "utilizaba el periódico pensando que así quedaría garantizada determinada impunidad", "amparándose en derechos fundamentales de primer orden o más bien prostituyéndolos".

"Igual que ETA utilizaba a sus secustrados como escudos humanos, tenía el 'Egin' para garantizarse la impunidad", manifestó.

Ollero insistió en que el juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón en su auto no se refiere a ningún hecho que tenga que ver con la libertad de expresión ni con el derecho a la información, y añadió que "si la empresa cerrada cautelarmente hubiera sido una panadería en vez de un diario, no se plantearían mayores problemas a la hora de hablar de este auto".