La propuesta de la Comisión incluye la exposición a serrines de haya y roble, pero, según el eurodiputado socialista de Portugal Quinídio Correia, ponente del informe, debería ampliarse a la exposición de serrines de todo tipo de maderas duras, teniendo en cuenta la probabilidad de que tengan también efectos cancerígenos.

El objeto de esta reglamentación no es limitar la utilización de la madera, ya que el riesg de desarrollar un cáncer está relacionado con la exposición al serrín, no a la madera, por lo que no afecta a la utilización artesanal de maderas duras, tal y como señala expresamente una de las enmiendas.

Otra de las enmiendas propone que los Estados miembros ayuden financieramente a las empresas para su adaptación a la directiva. Se propone un plazo de tres años desde su adopción para la trasposición de la norma por parte de los países miembros.

En cuanto al límite permitido de exposición al srrín, el informe propone su revisión en el plazo de dos años.