Cueto señaló que aunque ya existe una gran aproximación en los programas económicos de los partidos Demócrata y Republicano, sus respectivos candidatos, Al Gore y George Bush, presentan aún diferencias significativas que los mercados están valorando.

Por un lado, dijo, los dos oponentes a la Presidencia de Estados Unidos no apuestan por el mismo uso del actual superávit que presenta la economía del país, y mientras uno prefiere aprovechar la situación para sanear las cuentas públicas y reducir la deuda, otro es partidario de una bajada de impuestos.

El experto de Ibersecurities también señaló las trascendencia de uno y otro candidato para importantes grupos empresariales norteamericanos, como es el caso de las industrias contaminantes, farmacéutics y tabaqueras, que a lo largo de la 'administración Clinton' han estado sometidas a severas políticas de control que han penalizado su cotización en los mercados financieros durante los últimos años.

No obstante, Cueto valora que, con independencia de quién sea el ganador de las elecciones norteamericanas, no exista una hegemonía clara en el Senado de EE.UU. o que se hayan estrechado bastante las distancias entre los dos grandes partidos en el Congreso.

Esta situación política, opinó, hace preve que no habrá cambios muy significativos en cuanto a la dirección de la política económica y, en concreto, en la continuidad de Alan Greenspan al frente de la Reserva Federal de Estados Unidos, que es uno de los aspectos a los que más atención prestan la economía mundial y los mercados internacionales.