Esta es una de las conclusiones del capítulo dedicado a la situación de la enseñanza en España incluido en el estudio "¿Existe sociedad civil en España?", elaborado por la Fundación Encuentro.

"Las alianzas y desacuerdos ideoógicos alcanzan su máxima expresión en los enfrentamientos parciales dentro de los mismos estamentos", señala el informe.

Los autores ponen como ejemplo el caso de los sindicatos de profesores, con las periódicas desavenencias entre las centrales denominadas de clase y los sindicatos profesionales.

También mencionan las relaciones de las dos grandes confederaciones de padres de alumnos, la católica CONCAPA y la laica CEAPA. "A pesar de las declaraciones formales sobre la proximidad de sus postura, nunca coinciden en el desarrollo de acciones conjuntas, y, a menudo, se enzarzan en batallas dialécticas y en acusaciones recíprocas de partidismo y falta de independencia", subrayan.

El estudio achaca las alianzas y conflictos entre los diferentes estamentos educativos a que sus miembros dan prioridad a la defensa de los "intereses parciales de sus respectivas bases, aun cuando esto los enfrenta a otros actores ideológicamente afines".

Como las demandas de la sociedad civil a los gobiernos sontan dispersas y excluyentes en muchas ocasiones, éstos tienden a asumir el papel de actor principal en la "creación" de la política educativa.

Las administraciones presentan continuas iniciativas legislativas, lo que mantiene a los actores sociales en situación de lo que el estudio denomina "vigilancia cotidiana", limitándoles su campo de acción a declaraciones a la prensa, movilizaciones o negociaciones ante conflictos inmediatos.

FRACASO NOTABLE

Otra de las conclusiones del estudio es que la articipación de la sociedad civil en el funcionamiento cotidiano de los centros educativos es "decepcionante".

Sostiene que después de más de diez años de la aprobación legislativa de los consejos escolares, se puede hablar de un "fracaso notable" de éstos órganos de representación, como demuestra la baja participación en las elecciones de todos los agentes, con la única excepción del profesorado y el personal de administración y servicios.

El estudio hace una referencia a la situación del profesrado. Afirma que sus "precarias condiciones laborales" explican la capacidad de acción colectiva que han demostrado las organizaciones sindicales en las mesas sectoriales y el notable número de huelgas que han protagonizado durante el periodo democrático.

"Sin embargo, la propia heterogeneidad interna del sector y la diversidad de condiciones regulativas y económicas en todo el territorio del Estado son razones causantes de la distinta composición de las bases de las organizaciones sindicales y de la recuente fragmentación interna del sector", añade.

Los autores proponen que los gobiernos ensayen nuevas fórmulas de diálogo con sus interlocutores, más allá de los mecanismos oficiales de participación y de los canales institucionalizados de negociación política.