En un comunicado, CCOO lamentó que la salida de Nasarre vaya a "homogeneizar el color ideológico del equipo ministerial". A juicio del sindicato, esto sólo se puede interpretar como una medida que refuerza las actitudes "menos sensibles a los problemas educativos", más cerradas a las nuevas propuestas que requiere el sistema educativo y "más próximas a as patronales de la enseñanza privada".

"Con este cambio, el MEC recompone su estructura de poder interna, al tiempo que supone una ruptura del equilibrio mantenido hasta ahora entre los distintos sectores ideológicos, democristianos y liberales, presentes en el gabinete de la ministra", agregó la nota pública.

CCOO, a pesar de la "experiencia negativa" que dice haber tenido en las negociaciones en las que López Rupérez ha sido su interlocutor, asegura que seguirá abierta al diálogo con el nuevo ecretario general.