Si se aprueba esta propuesta ministerial, habrá que cambiar los Reales Decretos de Grado y Posgrado. La propuesta de Quintanilla rompe el esquema diseñado por su antecesor en el cargo, Salvador Ordóñez (que ejerció con María Jesús San Segundo al frente de la cartera).

El esquema de Ordóñez definía Grados de entre 180 a 240 créditos: es decir, Grados que durarían de tres a cuatro años. Además, planteaba la posibilidad de acceder a estudios de posgrado sin haber obtenido el título de Grado. Algo que no será posible, según la propuesta de Quintanilla.

En rueda de prensa, Quintanilla confió esta tarde en que, "a la vuelta de vacaciones", habrá una nueva reunión con los rectores. En ella habrá sobre la mesa un documento escrito con la propuesta del Ministerio de Educación, y una respuesta por parte de los rectores.

Si sale adelante su propuesta, Quintanilla se ha comprometido a tener listos, en el mes de noviembre, las directrices y procedimientos para la homologación de los títulos universitarios que no tengan atribuciones regladas por ley.

En diciembre, estarían las del resto de titulaciones: aquellas cuyo ejercicio profesional está vinculado a la obtención de un título universitario, comoMedicina, Arquitectura o las Ingenierías. Estos estudios podrían requerir de un máster, que capacite a los egresados para trabajar.

De este modo, a partir del comienzo de 2007, las universidades podrían elaborar sus planes de estudio, para ponerlos en práctica desde el curso 2007-08. Con ello, se adelantaría un año la implantación de los Grados adaptados al Espacio Europeo de Educación Superior.

AUTONOMÍA UNIVERSITARIA Y CLARIDAD

En opinión de Quintanilla, este nuevo modelo otorga más autonomía a las universidades, y no supone un problema, ya que las directices planteadas por el ministerio anteriormente no estaban aprobadas oficialmente.

Además, incididó en que, el anterior, era "un modelo menos claro", lo que, a su juicio, "genera problemas de adaptación y resulta más difícil de gestionar".

Por otro lado, Quintanilla insistió en que "el Gobierno no tiene interés en reducir" el número de títulos, en el proceso de adaptación al EEES. Según añadió, sólo desaparecerán aquellas titulaciones que no tengan suficiente demanda por parte de los alumnos o que las universidades no estén interesadas en ofrecer.

Serán las universidades las que propongan qué titulaciones pretenden impartir. Estas titulaciones tendrán que seguir unas directrices y requisitos marcados desde el Ministerio, para ser reconocidas como títulos oficiales.

FINANCIACIÓN

Quintanilla también se refirió a la financiación universitaria, señalando que "antes de finales del año" se abrirá un debate con las comunidades autónomas y con las universidades, de modo separado. Todo ello para "potenciar la calidad y mejorar la gestión de los recursos públicos".

Hizo hincapié, además, en que "es necesario hacer una profunda reflexión y tomar medidas sobre la percepción pública que la sociedad tiene del sistema universitario español", que calificó de "contradictoria y ambigua", para que "sea lo más parecida posible a su nivel real de calidad".

Asimismo, anunció que se formará un grupo de trabajo para analizar cómo mejorar la participación de la Universidad en investigación y desarrollo tecnológico y, a finales de año, otro para tratar la cuestión de la internacionalización de la Universidad.

En la reunión celebrada hoy, el CCU y Quintanilla abordaron, también, la cuestión de habilitación de profesores universitarios. Hasta que este sistema sea sustituido por el de acreditación (que introduce la reforma de la LOU), las universidades podrán recurrir a los profesores habilitados yay, además, se crearán 206 plazas nuevas. Una cifra "más pequeña en comparación con otros años".