En un comunicado, Educación señala que, "en contra de lo afirmado por algunos rectores", la convocatoria de plazas "no responde en absoluto al Plan de Promoción y Estabiidad del Profesorado firmado por este Ministerio, las Comunidades Autónomas y las Universidades".

El objetivo del citado Plan es el de contener el endeudamiento de las universidades para conseguir su equilibrio presupuestario en un escenario de 3 años (2000-2002), con una liquidación final en 2003. "Por eso", subraya el Ministerio de Educación, "la insistencia de algunos rectores por unir su apresurada convocatoria de plazas al Plan de Promoción y Estabilidad carece de fundamento".

Según el miniserio que dirige Pilar del Castillo, desde el 1 de enero al 30 de septiembre de 2001, periodo habitual y ordinario para la programación de plazas universitarias, se han convocado 3.451 plazas (lo que supone una media de 430 plazas al mes) y, en conjunto, casi mil más que durante el año anterior. En octubre se convocaron otras 236.

Sin embargo, en noviembre, coincidiendo con el trámite parlamentario de Ley de Universidades, se han convocado 2.706. Y en los primeros trece días de diciembre, con la ley trmitándose ya en el Senado, se han convocado 3.009 más. En tan sólo veinte días (del 23 de noviembre al 13 de diciembre), se han convocado 4.600 plazas, prácticamente la mitad de las 9.402 convocadas en este año.

"Sólo en el día de hoy, a pesar de que la opinión pública está cuestionando esta avalancha injustificada de plazas, aparecen convocadas en el BOE 526 plazas", añade la nota de prensa de Educación.

Para el ministerio, "la convocatoria simultánea de un número tan elevado de plazas dificulta-objetivamente- la competitividad en la selección del profesorado y, en consecuencia, la necesaria calidad universitaria se verá negativamente afectada. Por todo ello, esta convocatoria lesiona los intereses generales de la Universidad".