En el reportaje publicado por "Diez Minutos", aparecían las hermanas Bosch tanto en el domicilio de los padres de ambas como en la iglesia donde se contrajo el matrimonio canónico.

El Supremo señala que cuando una persona tiene una proyección públia determinada, como puede ser el caso de Lydia Bosch, "su derecho al honor disminuye, su derecho a la intimidad se diluye y su derecho a la imagen se excluye". Asimismo, recuerda que la ley no considera intromisión la publicación de la imagen de famosos "en lugar público".

Además, recuerda que la intromisión en la intimidad queda excluida cuando el fotografiado ha dado el consentimiento expreso para que ser retratado y que su imagen se publique en un determinado medio.

Sin embargo, el Alto Tribunl considera que, en el caso de las hermanas Bosch, las fotografías fueron encargadas a un estudio fotográfico pero no se dió el consentimiento expreso para que se publicaran en revista alguna.

"Es cierto que una iglesia, lugar de culto, es lugar abierto al público, pero el domicilio de los padres de las demandantes en ningún caso puede tenerse como lugar público", dice el Supremo, que añade, además, que en las fotografías aparece la hermana de Lydia Bosch, "persona privada carente de proyección públic y en un lugar que no es abierto al público".

Por esta razón, el Supremo considera que los demandados son culpables de un delito de intromisión ilegítima en el derecho a la imagen de las hermanas Bosch, que deberán ser indemnizadas por aquellos con 500.000 pesetas.