Las enfermedades cardiovasculares y el cáncer son, junto con los accidentes, las más importantes causas de mortalidad en los países desarrollados, y cada día que pasa se relaciona más directamente a estas patologías con los hábitos de vida, entre los que destacan la dieta alimentaria, el ejercicio físico y el consumo de alcohol y tabaco.

En esta guía, el lector podrá comprobar cómo mucos desarreglos de la salud están vinculados a la cantidad y calidad de lo que se come. En este sentido, la publicación subraya la conveniencia de adecuar la alimentación a los patrones de una dieta saludable y a las enfermedades que se padecen o que se quieren prevenir.

Tras señalar que la dieta equilibrada y la salud caminan de la mano,la guía recomienda consumir más verduras y ensaladas, más frutas, más cereales y legumbres, más alimentos con fibra y más grasas insaturadas, entre las que destaca e aceite de oliva.

Por el contrario, hay que reducir el consumo de grasas animales (mantequilla, patés y embutidos), sal, bollería y similares. También hay que eliminar el alcohol y el tabaco, beber más agua, hacer más ejercicio y reducir el aporte energético de la dieta cotidiana.