EDITAN UN MANUAL PARA MEJORAR EL LENGUAJE ADMINISTRATIVO Y HACERLO MÁS COMPRENSIBLE AL CIUDADANO
- Profesores de la Universidad Rey Juan Carlos elaboran una guía para el Ayuntamiento de Madrid
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Un grupo de expertos linguistas de la Universidad Rey Juan Carlos (URJC) ha elaborado para el Consistorio de la capital del Estado el "Manual del Lenguaje Administrativo del Ayuntamiento de Madrid, que tiene como objetivo principal hacer más fácil la relación por escrito entre la Administración y el administrado.
Editado por el Ayuntamiento que preside Alberto Ruiz- Gallardón, ha sido elaborado por el catedrático de Lengua Española, Ramón Sarmiento González, como director del proyecto; Fernando Vilches Vivancos, Raquel Pinilla Gómez, y Alberto Hernando García-Cervigón, los tres titulares de Lengua Española, y profesores todos de la Universidad Rey Juan Carlos.
Como apunta en el prólogo de este manual Juan Bravo, delegado del Área de Gobierno de Hacienda del Ayuntamiento madrileño, los destinatarios de los textos administrativos "tienen el derecho de entender lo que les envía cualquiera de las administraciones públicas con las que han de relacionarse".
Y agrega que "la claridad del lenguaje y la transparencia han de regir todos sus actos administrativos, en este caso del Ayuntamiento de Madrid.
Nos cuenta el manual que el lenguaje administrativo como tal tiene su origen en el siglo XVIII, con la llegada de los Borbones y el desarrollo de la Administración pública.
No obstante, hay que esperar hasta 1986 a que una orden de la Presidencia del Gobierno fije unos criterios mínimos para mejorar la comunicación con los administrados, tras reconocer que "los documentos (...) contribuyen frecuentemente de modo negativo al acercamiento" entre Administración y ciudadanos "(...) bien sea por la oscuridad del lenguaje utilizado, o bien, por la omisión de datos cuya ausencia complica la gestión ante los organismos públicos".
Una regla de oro que plantean los autores de este manual es que "una prueba de que algo falla en la redacción de un texto es no poder entender lo que dice en una primera lectura: cuando necesitamos leer un texto varias veces para comprenderlo, hay algo que no está bien".
Por ello, alertan de que en la comunicación escrita "se producen a menudo malentendidos derivados de la insuficiente o vaga información proporcionada por el contexto cojmunicativo".
Para ello los autores del manual ponen un ejemplo muy habitual: Cuando se fija para la realización de un acto administrativo cualquiera un plazo, entre el día 2 y el 15 de mayo, por ejemplo, la simple inclusión de la palabra "inclusive" evitaría la duda al administrado de si el día 15 es igualmente válido.
Alerta el manual del uso de determinados neologismos aún no aceptados por la RAE, como "edictal", que debe sustituirse por edicto, o "referenciado", por referencia, aunque reconoce que otros sí han sido ya admitidos, como procedimental, también procedimiento.
Así como la expresión anglicista "y/o", procedente del "and/or", que en español indican dos realidades que se contraponen. De este modo, en un texto que rece: "La valoración y/o la tasación son (...)", debería quedar del siguiente modo: "La valoración o la tasación o ambas cosas son (...)".
JERGA ESPECIALIZADA QUE NO SE ENTIENDE
El profesor Fernando Vilches, coautor de esta guía, declara hoy a Servimedia que el lenguaje administrativo "es realmente incomprensible, porque es una jerga especializada que la gente media no entiende".
En este sentido, Vilches recomienda que "es muy necesario rebajar el tono y hacerlo asequible al destinatario; hay que pensar siempre a quién va nuestro mensaje; no todas las personas tienen una educación superior".
Respecto a las premisas que permiten trasladar al ciudadano y al lector un mensaje claro y sencillo desde la Administración, Vilches aconseja "el orden sintáctico del español, que hay que respetar para que el mensaje sea claro, y, en segundo lugar, es una cuestión de léxico".
Respecto al léxico, Vilches señala que "en el manual del empleado público del Ayuntamiento hemos hecho una buena selección del léxico profesional que ellos utilizan y una equiparación con un léxico más sencillo para el ciudadano".
En cuanto al orden, según Vilches, "debe haber cohesión y coherencia, cohesión, con los párrafos perfectamente engarzados y coherencia tratando un solo tema para que el ciudadano no se despiste", y "el léxico debe ser asequible al ciudadano sin perder la dignidad propia de la Administración".
"Las administraciones suelen pecar de los mismos defectos de oscuridad, farragosidad, textos complicados; sin embargo, hay administraciones que cuidan más que otras ese interés por el ciudadano", considera Vilches.
En este sentido, el profesor detalla que "cuando el alcalde de Madrid nos llama para pedirnos que hagamos esta guía hay al menos en sus dirigentes un interés realmente serio para que el ciudadano les entienda".
"El empleado público, sea funcionario de carrera o de Administración, se le pone en un puesto de trabajo y normalmente no se le forma mucho al principio, sí es verdad que el Imad y el Ayuntamiento hacen cursos extraordinarios de formación para sus funcionarios y empleados públicos", señala.
Según Vilches, los funcionarios "tienen mucho agobio, trabajo de golpe, prisas... no tienen ese instrumento en su mesa de trabajo y necesitan llamar a alguien más capacitado, y esta guía está pensada para eso", concluye.
(SERVIMEDIA)
15 Mayo 2008
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