La obra recoge la participación de los socalistas vascos en 1977, y en especial de Ramón Rubial, en todo el proceso negociador de la preautonomía para el País Vasco, así como en los primeros y decisivos pasos hacia la autonomía vasca que se dieron en 1978.

Joaquín Almunia, secretario general del Partido Socialista, señala en el prólogo que Rubial "fue el primer lehendakari de la democracia recuperada".

A su juicio, Rubial "demostró, con su ejemplo, que no hay que ser nacionalista para creer en Euskadi, para compartir un proyecto de autonmía, para defender los derechos históricos de estas tierras, para pilotar, en consecuencia, el camino que nos ha conducido a una situación política y jurídica que ni los visionarios imaginaron hace poco más de veinte años", señala Almunia.

El propio Ramón Rubial afirmaba en mayo de 1977: "El PSOE ha luchado y luchará en el futuro por que se reconozca el carácter plural y diferenciado del Estado español. Desde nuestro punto de vista, este proceso descentralizador y de potenciación de las autonomías es erfectamente coherente con la esencia del socialismo, porque supone una profundización del concepto de democracia".

Por su parte, Alfonso Guerra, presidente de la Fundación Pablo Iglesias, destaca en el epílogo del libro el acierto que supuso la elección de Rubial. "La evolución posterior demostró que un Consejo General del País Vasco, presidido por un socialista, podía impulsar el camino hacia el autogobierno con la mayor determinación", afirma.