El equipo liderado por Rémy Slama y Jean Bouyer, ha analizado los resultados de un estudio de seguimiento de la gestación de 5.000 mujeres, realizado en la década de los noventa, para determinar cuáles eran los factores que incrementaban el riesgo de aborto espontáneo, entre la sexta y la vigésima semana de gestación. Aplicando técnicas estadísticas complejas, Slamay Bouyer aislaron la edad del padre, de otros factores, como la edad de la madre, o el consumo de tabaco y cafeína de ambos progenitores.

Este análisis ha dado como resultado, que el riesgo de aborto espontáneo en parejas en las que el futuro padre tenía más de 35 años, era un 30% superior al de las parejas en las que el padre tenía menos edad. Un padre de 50 años tendría el doble de posibilidades que uno de veinte años, de que su pareja pierda el hijo que espera, sea cual sea la de la madre.

Los investigadores sostienen que el incremento del riesgo se debe, a que los espermatozoides también experimentan los efectos de la edad, que produce defectos de replicación del material genético de sus células precursoras.

Con el paso de los años esos errores se acumulan, lo que parece repercutir en el incremento del riesgo de aborto espontáneo.

El estudio abre nuevas perspectivas en la investigación sobre la influencia de la edad masculina en la reproducción. El equipo de Rémy Slama va a orientar sus trabajos ahora, a la influencia de la contaminación atmosférica en las funciones reproductivas.